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Proverbios 4

Proverbios 4 –Beneficios de la sabiduría–

1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,
Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
2 Porque os doy buena enseñanza;
No desamparéis mi ley.
3 Porque yo también fui hijo de mi padre,
Delicado y único delante de mi madre.
4 Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.
5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
6 No la dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.
7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
8 Engrandécela, y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
9 Adorno de gracia dará a tu cabeza;
Corona de hermosura te entregará.
10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones,
Y se te multiplicarán años de vida.
11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas derechas te he hecho andar.
12 Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos,
Y si corrieres, no tropezarás.
13 Retén el consejo, no lo dejes;
Guárdalo, porque eso es tu vida.
14 No entres por la vereda de los impíos,
Ni vayas por el camino de los malos.
15 Déjala, no pases por ella;
Apártate de ella, pasa.
16 Porque no duermen ellos si no han hecho mal,
Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.
17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;
18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
19 El camino de los impíos es como la oscuridad;
No saben en qué tropiezan.
20 Hijo mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
21 No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;
22 Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
24 Aparta de ti la perversidad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
25 Tus ojos miren lo recto,
Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
26 Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal.

Comentario al Proverbio 4

Tomado de «Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia.»
Libros poéticos -Proverbios Tomo-2. Editorial CLIE.

En este capítulo, Salomón inculca, con gran variedad de expresiones, las mismas cosas de las que había tratado en los capítulos anteriores.

I. Una seria exhortación al deseo y estudio de la verdadera sabiduría (vv. 1-13).

II. Una necesaria advertencia contra las malas compañías (vv. 14-19).

III. Instrucciones para adquirir y conservar la sabiduría a fin de dar frutos de sabiduría (vv. 20-27).

Versículos 1-13

1. Invitación de Salomón a sus hijos (vv. 1, 2): «Escuchad, hijos, la instrucción de un padre». Contra la opinión de J. J. Serrano -nota del traductor- y siguiendo la del rabino Cohen y del propio M. Henry -creemos que aquí no se trata de «discípulos», sino de verdaderos «hijos». La instrucción de un padre sabio ha de ser atendida con toda diligencia, pues ese es el modo de adquirir cordura (hebreo, bináh, esto es, tanto entendimiento como discernimiento). Tanto los magistrados como los ministros de Dios han de mostrar un particular interés en instruir a sus hijos, pues a mayor conocimiento corresponde mayor responsabilidad. Comenta Malbim que la expresión de «un padre»», en contraste con 1:8 («tu padre»), «insinúa que está impartiéndoles una instrucción paternal que él mismo había recibido de su padre». Esto se confirma por el vocablo usado en la primera parte del v. siguiente para expresar esa instrucción, ya que el hebreo leqaj significa «lo que se ha recibido» de los antepasados. En 2b, el vocablo hebreo es torat, enseñanza que consiste en instrucciones basadas en la ley. La religión tiene a la razón de su lado y nos da enseñanzas fundadas en verdades ciertas y en normas seguras.

2. Instrucciones que les da. El las recibió de sus padres y enseña a sus hijos lo mismo que a él le enseñaron (vv. 3, 4). Sus padres le amaban y, por tanto, le enseñaron: «Yo fui hijo de mi padre» (v. 3), no es una perogrullada; el sentido es: «hijo escogido y obediente», como entendieron los LXX (. «también yo fui hijo obediente de mi padre»), aun cuando así trastornaron el orden del hebreo y tradujeron por «obediente» el hebreo raj, tierno.

Para su madre (3b) había sido el «preferido» (hebreo yajid, único). Es cierto que Betsabé dio a David cuatro hijos (1 Cr. 3:5), pero Salomón fue el preferido de sus padres y el escogido de Dios. Quizá fue David más estricto en la educación de Salomón que en la de los otros hijos, pues, además de la excesiva condescendencia que mostró con los caprichos de Amnón y Absalón, se nos dice expresamente en cuanto a Adonías (1 R. 1:6) que «su padre nunca le había lastimado» (lit.; esto es, «contrariado»). Aunque Salomón sobrepasó después a su padre en sabiduría, no tuvo empacho en referirse con respeto a las enseñanzas que de él había recibido. Si resulta útil buscar las sendas antiguas (Jer. 6:16) ¿por qué hemos de despreciar las enseñanzas antiguas? Aunque no hemos de ser seguidores serviles de los maestros que nos precedieron, tampoco hemos de despreciar lo mucho bueno que nos legaron.

3. Pasando ya a detallar las principales instrucciones que les da, vemos que consisten (vv. 4-13) en preceptos y exhortaciones acerca del valor de la sabiduría, conforme le había enseñado su padre; y por cierto, lo había hecho con gran interés e insistencia:

(A) Le había preceptuado retener sus palabras (v. 4. Lit.), las buenas lecciones que le había dado; sus dichos (v. 10), expresiones sueltas, llenas de prudencia; había de retenerlos, guardarlos para vivir una vida honesta útil y dichosa (v. 4); retenerlos en el corazón, no sólo en la cabeza, pues sólo cuando arraigan en convicciones dan buen fruto las lecciones.

No había de olvidar ni dejar la sabiduría, sino guardarla, para ser guardado; amarla, para ser protegido por ella; ensalzarla, para ser por ella ensalzado; abrazarla, para ser honrado y adornado por ella (vv. 4-9). Ella otorga longevidad, rectitud, seguridad, vida (vv. 10-13).

(B) Para corroborar estas exhortaciones, que son mandamientos (mitsotay, v. 4), enaltece la sabiduría como algo que tiene valor supremo (v. 7): «Lo primordial (es la) sabiduría; adquiere sabiduría» (ésta es la mejor versión).

Todas las demás cosas de este mundo, comparadas con ella, son de valor secundario; por eso, hay que adquirirla (v. 5), comprarla, a cualquier precio (23:23). La sabiduría verdadera nos recomienda a Dios, embellece el alma, nos capacita para vivir una vida santa, útil, llena de sentido, y nos encamina derechamente a la vida que no tendrá fin.

No es extraño, pues, que haya de adquirirse aun a costa de todas las posesiones (v. 1b).

Es cierto que esta sabiduría es un don de Dios, como lo fue para Salomón, pero Dios la da a quienes la piden (Stg. 1:5) y a quienes se esfuerzan por hallarla.

Si no podemos llegar a ser maestros de sabiduría, seamos amantes (v. 6) de sabiduría.

Versículos 14-19

Si esta porción continúa con exhortaciones de David a Salomón o marca un recomienzo de los consejos del propio Salomón no es de fácil solución.

M. Henry se inclina por eso último, pero la mayoría de los autores no parecen advertir aquí ningún corte, tanto más cuanto que toda la porción restante (vv. 14-27) no hace sino ampliar la alegoría de los dos caminos, ya iniciada anteriormente, especialmente a partir del v. 11. En los vv. que siguen, se nos previene contra los caminos de los malvados. Veamos:

1. La advertencia misma (vv. 14, 15): «No entres por la vereda de los malvados, etc». El término hebreo reshaím conota los que pecan contra Dios de modo directo, mientras que el «raím» del segundo estico (lit. malos) indica los que pecan directamente contra el prójimo. La exhortación del v. 15 da a entender, no sólo la precaución de no poner los pies en el mal camino, sino también la de mantenerse lo más lejos posible de él. Nunca hemos de pensar que nos apartamos demasiado de tal camino; un pequeño acercamiento supone una gran concesión a la tentación que implica la compañía de los malvados.

2. Las razones que corroboran esta precaución: «considera el carácter de tales hombres: Son tan malos que no duermen tranquilos si han pasado el día sin cometer alguna maldad de bulto (v. 16); para ellos, el crimen es su comida y su bebida (v. 17); en realidad, comen y beben de lo que han robado a viva fuerza, por la rapiña y la opresión. Pero, aunque ellos piensen que prosperan, su camino se va estrechando, y aun oscureciendo, progresivamente; de forma que, faltos de luz verdadera, acaban por tropezar y caer, sin percatarse siquiera de la causa de su final desventura (v. 19). En cambio (v. 18), «la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta llegar a pleno día» (comp. con Job 22:28). Cristo es nuestra luz (Jn. 8:12) y nuestro camino (Jn. 14:6). Los justos caminan guiados por la Palabra de Dios, la cual es luz para el camino y para los pies (Sal. 119:105); ellos mismos son luz en el Señor (Ef. 5:8) y caminan en la luz como él (Dios) está en la luz (1 Jn. 1:7). Es una luz que brota en la oscuridad (Is. 58:10) y crece, brilla más y más; no es como la luz del meteoro, que desaparece pronto, ni como la luz de la candela, que se debilita hasta apagarse, sino como la del sol, que brilla más cuanto más sube.

Versículos 20-27

Tras exhortarnos a no hacer el mal, ahora nos exhorta a hacer el bien.

1. Los dichos de la sabiduría deben ser nuestras normas de conducta; por eso, hemos de inclinar el oído a ellas (v. 20); escucharlas con sumisión y prestarles diligente atención, sin perderlas de vista (v. 21, comp. con 3:21). Hemos de guardarlas en nuestro interior (comp. con 2:1) como se guarda un tesoro que se teme perder. La razón por la que hemos de estimar así las palabras de la sabiduría es que ellas serán para nosotros alimento y medicina (v. 22), como el árbol de la vida (Ap. 22:3). Así como nuestra vida espiritual comenzó mediante la palabra (Jn. 3:5; 1 P. 1:23), así también se ha de conservar y mantener por medio de la palabra. La segunda parte del v. 22 es una variante de 3:8. En la palabra de Dios hay un remedio adecuado y completo para todas las enfermedades espirituales y aun para muchas enfermedades físicas.

2. Especial vigilancia necesita nuestro corazón (v. 23) «porque de él mana la vida». Siendo el corazón el centro y la fuente de nuestra conducta, hemos de velar para que de él salgan actividades santas, según las normas de Dios y en docilidad a la conducción del Espíritu, pues así no saldrán las corrupciones de nuestra naturaleza caída. Guardar el corazón es albergar buenos pensamientos y acallar los malos, poner el afecto en los objetos que lo merecen y dentro de los límites debidos. Muchos son los modos de guardar un objeto: el cuidado, la fuerza y la petición de la ayuda necesaria.

3. Otro objeto de especial vigilancia son los labios (v. 24), puertas por las que sale lo que hay en el corazón (Mt. 12:34; Lc. 6:45). El hebreo usa dos vocablos que significan respectivamente «torcedura» (de boca) y «desviación» (de labios). En ambos casos vienen a significar, con la mayor probabilidad «falsificación de la verdad», en la que se incluyen la mayoría de los pecados de la lengua.

4. El v. 25 nos exhorta a mirar rectamente; un corazón recto, así como incita a hablar rectamente, también incita a mirar rectamente; ésta es la recta intención que el Señor recomendó bajo la expresión «ojo sano» (Mt. 6:22). Si ponemos nuestros ojos fijos en el Señor (He. 12:2), no los desviaremos a ninguna mala parte.

5. Finalmente, hemos de vigilar nuestros pies (vv. 26, 27): «Examina (lit, pesa) la senda de tus pies». Como si dijera: «Pondera bien las alternativas para no vagar sin rumbo, sino poder pisar firme y fuerte. Pon en un platillo de la balanza la palabra de Dios, y en el otro lo que has hecho o vas a hacer, y mira a ver si coinciden; no obres con precipitación; y, una vez que hayas escogido el sendero recto, no te desvíes a ningún lado (v. 27)».

Eclesiastes 10

Eclesiastés 10 (RV60)  -Excelencia de la sabiduría

1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable.
2 El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda.
3 Y aun mientras va el necio por el camino, le falta cordura, y va diciendo a todos que es necio.
4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas.
5 Hay un mal que he visto debajo del sol, a manera de error emanado del príncipe:
6 la necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo.
7 Vi siervos a caballo, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra.
8 El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente.
9 Quien corta piedras, se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra.
10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.
11 Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador.
12 Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina.
13 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío.
14 El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
15 El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.
16 ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!
17 ¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber!
18 Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
19 Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo.
20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra..

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Comentario a Eclesiastés  10

Fuente: «Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia.» Libros poéticos -Eclesiastés Tomo-2. Editorial CLIE.

Sin solución de continuidad, el Predicador sigue aquí dando consejos sobre la sabiduría y la necedad; frecuentemente, en forma de proverbios.

I. Recomienda sabiduría al pueblo en general.

1. Es muestra de sabiduría preservar la buena reputación (vv. 1-3).

2. Hemos de sometemos con toda humildad a nuestros superiores (v. 4).

3. Hemos de procurar vivir en paz con todos sin mezclarnos con sediciosos (vv. 8-11).

4. Hemos de dominar la lengua (vv. 12-15).

5. Hemos de ser diligentes en nuestro trabajo y proveer así para nuestras familias (vv. 18, 19).

6. No hemos de hablar mal de los gobernantes (v. 20).

II. Recomienda también sabiduría a los gobernantes; que no piensen que pueden hacer todo lo que se les antoje.

1. Han de mirar bien a quiénes ponen en lugares de poder y confianza (vv. 5-7).

2. Han de ser generosos y sobrios, sin infantilismo y sin derroches inútiles (vv. 16, 17)

Versículos 1-3

1. Una pequeña necedad puede estropear la buena reputación de una persona, de la misma manera que una mosca a punto de morir, por carecer de fuerzas al llegar el invierno, echa a perder el perfume con el que se mezcla al introducirse en el recipiente.

2. Desde tiempo inmemorial, la mano derecha fue considerada la mano del honor, del poder y de la fuerza, mientras que la izquierda (del vasco «escu erdi’, media mano) fue tenida por maliciosa y siniestra (nótese el significado del latín ‘sinister’, mal agüero). Así se entiende el v. 2, que dice textualmente: «El corazón del sabio está (inclinado) a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda»’. Lo normal, pues, es que el sabio tome decisiones afortunadas, y el necio insensatas.

3. Tan pronto como el necio se mezcla con otras personas, muestra su falta de cordura, pues a todo aquel que le corrige o está en desacuerdo con él, le dice que es un necio (el interlocutor, mucho más probable que él mismo).

Versículos 4-11

El objetivo de estos versículos es guardar a los súbditos en la lealtad y sumisión a los gobernantes.

1. Los súbditos, especialmente los colocados en puestos de mando, no deben irritar a los gobernantes; aun cuando, por alguna razón, el rey o el príncipe se irriten contra ellos (v. 4) no deben abandonar sus puestos (comp. 8:3), sino actuar con mansedumbre (Pr. 25:15).

2. Eso no quiere decir que el gobernante siempre tenga razón, pues también ellos pueden cometer, y cometen, errores (v. 5) que, en realidad son graves males: ponen en lugares de autoridad y poder a necios, que carecen de cordura y competencia, mientras otros que son nobles, sabios y competentes, están sentados en el suelo como la clase baja del pueblo (v. 6). Vio el Predicador esclavos a caballo (v. 7), siendo así que sólo a los más nobles del país se les permitía tal cosa (V. Est. 6:8 y ss.; Jer. 17:25), mientras altos funcionarios (esto es lo que aquí significa el vocablo ‘príncipes’) (comp. Gn. 40:2) andaban a pie como esclavos; ni siquiera montados en asnos o mulos como los ciudadanos ordinarios.

3. Los seis ejemplos siguientes (vv. 8-11), no parecen tener conexión con los vv. anteriores. Quizá confirman el principio general (v. 1) de que una pequeña necedad puede costarle cara al más sabio. Más todavía, cuando a la necedad se junta la perversidad. Los ejemplos parecen poner de relieve el riesgo que comporta el entrar en sediciones o conspiraciones contra el príncipe: se vuelven contra uno mismo al ser descubiertas antes de surtir ningún efecto. El ejemplo del hoyo (v. 8) es frecuente (V. Sal. 7:15; 57:6; Pr. 26:27) La grieta en el muro (v, 8b) nos recuerda Pr. 24:31. El que intenta hacerla más grande para entrar a robar, puede ser mordido por una serpiente, enfurecida al ser perturbada en su escondrijo (V. Am. 5:19). Los ejemplos del picapedrero y del leñador son fáciles de entender (comp. Dt. 19:5), así como el del encantador de serpientes (v. 11).

4. El v. 10 requiere especial atención. El sentido, según lo aclara perfectamente Cohén, es el siguiente: cuando el filo del hacha está embotado, el trabajo es más fatigoso (¿Quizás una alusión al mayor esfuerzo que requiere una insurrección mal preparada?). ‘Si el obrero hubiese preparado convenientemente la herramienta, habría llevado a cabo su tarea con mayor éxito’. En este sentido, la ‘sabiduría’ de la última frase equivale lisa y llanamente al sentido común. El proverbio que aquí se encierra tiene aplicación a todas las áreas y a todos los niveles de la vida, incluido el espiritual.

Versículos 12-15

Aquí Salomón muestra los perjuicios que causa la necedad.

1. Los necios hablan demasiado para nada y muestran su necedad en la impertinencia de sus palabras: mientras las del sabio son llenas de gracia (v. 12, comp. con Pr. 10:32; 22:11; Lc. 4:22; Col. 4:6), pues sirven de provecho a otros y se ganan la aprobación de los que las oyen, las del necio causan su propia ruina. De punta a cabo en su totalidad (comp. con 3:11 en lo de ‘principio’ y ‘fin»), todas sus palabras son nocivo desvarío, locura dañosa (comp. con 1:17), lo cual es una forma extrema de necedad. El v. 14 envuelve una fina ironía: El necio multiplica palabras sobre todo lo que se le ocurre, incluso sobre temas profundos y misteriosos que los más sabios no se atreverían a tocar en público. Como dice Martín, ‘ignora la ignorancia general de los destinos de la vida humana’ («lo que va a pasar…lo que después sucederá»).

2. Los necios trabajan demasiado para nada (v. 15): Se fatigan sin provecho alguno. Trabajan sin cesar hasta quedar exhaustos sin haber sacado nada en limpio. Ni siquiera saben por dónde se va a la ciudad, a pesar de que siempre hay un camino real que conduce derechamente a las ciudades. No dan con el método más obvio de llevar a cabo una cosa.

Versículos 16-20

1. La dicha de un país depende, en gran parte, del carácter de sus gobernantes.

(A) No puede prosperar un país en que el rey es un joven sin formación ni escrúpulos (probablemente, el necio subido a rey de los vv. 6 y 7), y los magnates banquetean de mañana cuando es hora de trabajar.

(B) En cambio, pueden esperarse buenas cosas cuando el rey es de noble cuna, educado y competente, y los magnates comen a su hora, para reponer fuerzas, una vez que han acabado el trabajo del día.

2. El v. 18 es probablemente un inciso que al Predicador se le ocurrió al terminar el v. 17 con la frase «Y no para banquetear» como los magnates del v. 16. Cuando los que están en puestos de poder y autoridad pasan la vida en banquetes y jolgorios, no es de extrañar que toda la sociedad se agriete y, por falta de manos que se dedican al trabajo, se caiga la casa. Es cierto que el versículo sienta un principio general, de amplia aplicación a la pereza y a la diligencia, pero encaja bien con el contexto anterior y posterior.

3. El v. 19 (contra el parecer de M. Henry y de otros autores que ven en él una invitación al trabajo y una alabanza de la diligencia, nota del traductor), empalma (ya se consideren los vv. 17, 18 como un paréntesis o no) con el v. 16 (así piensan Ryrie y Cohén), dando a entender que estos malos gobernantes emplean el dinero que adquieren mediante la extorsión de los súbditos en jolgorio y diversión, comiendo y bebiendo en abundancia; para todo esto les sirve el dinero que han extraído al pueblo.

4. El v. 20 cierra estupendamente esta sección con un consejo lleno de sabiduría. Viene a decir: Por mucha razón que tengas para criticar esta deplorable situación, no se te ocurra censurarla en público; no lo pienses, para que no se te escape una palabra acerca de ello, porque lo que digas en el más remoto aposento de tu casa (comp. con 2 R. 6:12) puede llegar a oídos del gobierno y lo vas a pasar mal ¿Quién sabe dónde están los espías? Lo de ‘las aves del cielo’ y su paralelo ‘las que tienen alas’ es una expresión idiomática semejante a la nuestra: ‘Me lo ha contado un pajarico».

Fuente: Comentario Exegético-devocional a toda la Biblia Libros Poéticos- Tomo II -© 1988 por CLIE

Job 36

Job 36 (RV60) -Eliú exalta la grandeza de Dios

1 Añadió Eliú y dijo:
2 Espérame un poco, y te enseñaré;
Porque todavía tengo razones en defensa de Dios.
3 Tomaré mi saber desde lejos,
Y atribuiré justicia a mi Hacedor.
4 Porque de cierto no son mentira mis palabras;
Contigo está el que es íntegro en sus conceptos.
5 He aquí que Dios es grande, pero no desestima a nadie;
Es poderoso en fuerza de sabiduría.
6 No otorgará vida al impío,
Pero a los afligidos dará su derecho.
7 No apartará de los justos sus ojos;
Antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre,
Y serán exaltados.
8 Y si estuvieren prendidos en grillos,
Y aprisionados en las cuerdas de aflicción,
9 El les dará a conocer la obra de ellos,
Y que prevalecieron sus rebeliones.
10 Despierta además el oído de ellos para la corrección,
Y les dice que se conviertan de la iniquidad.
11 Si oyeren, y le sirvieren,
Acabarán sus días en bienestar,
Y sus años en dicha.
12 Pero si no oyeren, serán pasados a espada,
Y perecerán sin sabiduría.
13 Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira,
Y no clamarán cuando él los atare.
14 Fallecerá el alma de ellos en su juventud,
Y su vida entre los sodomitas.
15 Al pobre librará de su pobreza,
Y en la aflicción despertará su oído.
16 Asimismo te apartará de la boca de la angustia
A lugar espacioso, libre de todo apuro,
Y te preparará mesa llena de grosura.
17 Mas tú has llenado el juicio del impío,
En vez de sustentar el juicio y la justicia.
18 Por lo cual teme, no sea que en su ira te quite con golpe,
El cual no puedas apartar de ti con gran rescate.
19 ¿Hará él estima de tus riquezas, del oro,
O de todas las fuerzas del poder?
20 No anheles la noche,
En que los pueblos desaparecen de su lugar.
21 Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad;
Pues ésta escogiste más bien que la aflicción.
22 He aquí que Dios es excelso en su poder;
¿Qué enseñador semejante a él?
23 ¿Quién le ha prescrito su camino?
¿Y quién le dirá: Has hecho mal?
24 Acuérdate de engrandecer su obra,
La cual contemplan los hombres.
25 Los hombres todos la ven;
La mira el hombre de lejos.
26 He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos,
Ni se puede seguir la huella de sus años.
27 El atrae las gotas de las aguas,
Al transformarse el vapor en lluvia,
28 La cual destilan las nubes,
Goteando en abundancia sobre los hombres.
29 ¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes,
Y el sonido estrepitoso de su morada?
30 He aquí que sobre él extiende su luz,
Y cobija con ella las profundidades del mar.
31 Bien que por esos medios castiga a los pueblos,
A la multitud él da sustento.
32 Con las nubes encubre la luz,
Y le manda no brillar, interponiendo aquéllas.
33 El trueno declara su indignación,
Y la tempestad proclama su ira contra la iniquidad.

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Comentario a Job 36

Fuente: «Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia.» Libros poéticos – Job -Tomo-2. Editorial CLIE.

Después de reprender a Job por algunas de sus inconsideradas frases, Eliú aduce muchas razones, basadas en la sabiduría y en la justicia de Dios, en el interés que tiene en su pueblo y, especialmente, en su grandeza y en su poder omnímodo; intenta así persuadirle a que se someta a la mano de Dios.

I. Introducción de este nuevo discurso (vv. 2-4).

II. La relación que da de los métodos de la providencia de Dios concerniente a los hombres, conforme a la forma en que éstos se comportan (vv. 5-15).

III. La fiel advertencia y el buen consejo que da a Job a la vista de tales verdades (vv. 16-21).

IV. La omnipotencia de Dios, por lo que todos deberíamos someternos a los procedimientos de su providencia con respecto a nosotros (vv. 22-33)

Versículos 1-4

Una vez más pide Eliú a los oyentes y, especialmente, a Job que le escuchen con paciencia. Para ello apela:

1. A que defiende una causa justa y está ocupándose de un tema noble y muy provechoso (v. 2): «Todavía tengo razones en defensa de Dios».

2. A que tiene algo bueno que ofrecer (v. 3): «Traeré mi saber desde lejos». Como diciendo: «Voy a traer mis enseñanzas desde lugar muy alto, de la sabiduría de Dios, y desde muy profundo, desde los principios fundamentales en los que se asienta la verdadera sabiduría». Merece la pena ir lejos para alcanzar el verdadero conocimiento de Dios, aunque hayamos de viajar mucho o excavar hondo, pues el resultado recompensará con creces nuestros esfuerzos.

Y añade Eliú (v. 4): «Porque de cierto no son mentira mis palabras. Contigo está uno que tiene perfecto conocimiento. El que conoce bien el asunto está razonando contigo. Por tanto, préstale atención, pues habla para tu bien».

Versículos 5-14

Hablando en nombre de Dios, Eliú muestra que las disposiciones de la Providencia están de acuerdo con las normas eternas de equidad. Dios actúa como gobernador justo, porque:

1. No piensa que se rebaja por tener consideración con el más vil de sus súbditos (v. 5): «He aquí que Dios es grande, pero no desestima a nadie». Pensaba Job que su persona y su causa no obtenían de Dios la consideración debida, ya que Dios no se aparecía inmediatamente a favor suyo. «¡No!», dice Eliú, «Dios no desestima a nadie», lo cual es una buena razón para que también nosotros prestemos el debido honor a todos los hombres.

2. No tiene miramientos con los potentados si son malvados (v. 6): «No otorgará vida al impío». Aunque la vida del malvado se prolongue, no es porque disfrute de un cuidado especial de la providencia divina, sino por causas naturales.

3. Está siempre dispuesto a defender la causa de los oprimidos (v. 6b); si los hombres no defienden los derechos de los pobres, Dios sí que los defiende.

4. Cuida y protege especialmente a sus buenos súbditos (v. 7). No sólo los mira, sino que no aparta de ellos sus ojos. Aunque ellos se vean a veces menospreciados y olvidados de los hombres, los ojos amorosos y compasivos de su Padre Celestial nunca se apartan de ellos:

(A) A veces, los pone en lugares de honor y poder: «Como reyes los pondrá en trono para siempre» (v. 7b). Las gavillas de los demás se han de inclinar ante las de ellos, como en el caso de José y sus hermanos. «Con el éxito de los justos la ciudad se alegra» (Pr. 11:10). El favor que Dios les otorga, no sólo es una bendición para ellos mismos, sino también para el bien común.

(B) Si alguna vez les aflige es para su bien (vv. 8-10). «Cuando los ata con cadenas», como José en la cárcel, o «los aprisiona en las cuerdas de aflicción» (v. 8), confinándolos al lecho del dolor o a la necesidad pecuniaria, es para beneficio de su alma. Tres cosas intenta Dios con la aflicción:

(a) Descubrimos los pecados pasados (v. 9): «Es para darles a conocer la obra de ellos, etc.». El pecado es obra nuestra,

(b) Disponer nuestro corazón a escuchar la instrucción de Dios (v. 10): «Despierta además el oído de ellos para su corrección». Dios instruye al que corrige (Sal. 94:12), y la aflicción dispone a los hombres a aprender y ablanda la cera para que reciba mejor la impresión del cuño; no es que lo haga por sí misma, sino como instrumento de la gracia de Dios.

(c) Apartarnos del mal en lo sucesivo.

(C) Si la aflicción lleva a cabo su obra para la que fue enviada. Dios les visita de nuevo con sus consuelos, conforme al tiempo en que les afligió (v. 11). Si servimos a Dios fielmente,

(a) Tenemos promesa de prosperidad exterior en la vida presente, con sus consiguientes consuelos en la medida que conviene para la gloria de Dios y para nuestro propio bien, ¿qué más puede desear uno?

(b) Tenemos posesión de placeres internos, el consuelo de la comunión con Dios y de una buena conciencia, y la gran paz de que disfrutan los que aman la ley de Dios.

(D) Si la aflicción no lleva a cabo su obra, han de esperar que el fuego consumidor haga la suya, si no la hizo el fuego refinador, puesto que, cuando Dios juzgue, prevalecerá.

5. Trae la ruina sobre los hipócritas, pues son los enemigos del reino de Dios (v. 12): «Pero si no obedecen, serán pasados a espada, etc.». Cuando en vez de ablandarse con la aflicción, se endurecen más, «y no claman a él ni aun cuando él los castiga (v. 13), Dios castiga el orgullo de ellos, acortándoles la vida como se hace con los que se dedican a la sodomía en los templos de los paganos (v. 14).

Versículos 15-23

Eliú se dirige ahora más en particular a Job. Le dice:

1. Lo que Dios habría hecho por él, si él se hubiese humillado bajo la presente aflicción (v. 15): «Al pobre en espíritu, al que es de corazón contrito y humillado. Dios le mira con ternura y, a través de la aflicción, despertará su oído, para aleccionarle y traerle al buen camino: al camino del deber y, con ello al camino del gozo y de la paz. Si tú te sometieses a la voluntad de Dios, la libertad y la abundancia te habrían sido restauradas con creces»

(A) «Disfrutarías de libertad y seguridad, pues te sacaría de la boca de la angustia, de la estrechura en que la aflicción te pone, a lugar espacioso, libre de todo apuro, a las anchuras del gozo, pues te verías libre, sano y salvo» (v. 16a).

(B) «Además disfrutarías de toda abundancia; en lugar de la pobreza presente, podrías abastecer tu mesa de pingües manjares; Dios te prepararía mesa llena de grosura (v. 16b).

2. El reproche que merece por ser sabio en su propia opinión, a costa de falsear el derecho y la justicia (v. 17): «Mas tú estás lleno del juicio del impío»; es decir: «Seas como seas, lo cierto es que en este asunto te has comportado como un malvado, defraudando de su derecho al oprimido». Nota del traductor: El texto de los vv. 16-20 nos ha llegado muy deteriorado. La traducción más probable del v. 17b, según el texto hebreo actual, es: «El juicio y la justicia echarán mano (de ti);» (lit.) Así lo entiende también M. Henry, conforme a la Versión Autorizada inglesa.

3. Le advierte que no persista en su protervia (v. 18), «por cuanto hay ira» (es decir, «porque Dios es un gobernador justo, porque tienes razón para temer que estás expuesto al desagrado de Dios), por eso, ten cuidado no sea que te seduzca con Su burla, es decir, con un golpe que te deje avergonzado, sino sé lo bastante prudente para hacer las paces con él rápidamente, y así se volverá de ti su ira. De nada te serviría el dinero, pues no podrías comprar el perdón con oro ni plata; ni el rescate más abundante podría librarte. Aun cuando todas las fuerzas de tu poder (v. 19) estuviesen en tu mano, aunque pudieras reunir numerosos siervos y vasallos para defenderte de él, de nada te serviría toda tu opulencia. Tampoco tienes escape escondiéndote (v. 20): No anheles la noche, cuando la gente desaparece en sus lugares. La noche favorece una retirada de las fuerzas derrotadas cubriéndolas con la oscuridad, pero tú no puedes escapar de Dios, porque, para Dios, la noche es tan luminosa como el día (Sal. 139:11, 12). Guárdate (v. 21), no te vuelvas hacia la iniquidad, aunque la eligieras a causa de tu aflicción. Y no te empeñes en dar lecciones a Dios (v. 22): Mira que Dios es excelso en poder, es decir, tiene fuerza para derribar a quien le plazca y, por tanto, no te conviene contender con él. También es un maestro sin par: «¿Qué ensoñador será semejante a él?». Es absurdo que pretendamos enseñar a quien es la fuente de la luz, de la verdad, del conocimiento y de la sabiduría (V. 21:22) ¿sacaremos un candil para iluminar al sol? Al exaltar a Dios como gobernador, le alaba como a maestro, porque los gobernantes deben enseñar. Dios nos enseña por medio de la Biblia, que es el mejor libro, y por medio de su Hijo, que es el mejor Maestro.

Versículos 24-33

Se esfuerza aquí Eliú por sugerir a Job grandes y altos pensamientos acerca de Dios y persuadirle, de este modo, a que se someta con gozo a los designios de la Providencia.

1. Muestra la obra de Dios en general (v. 24). Dios no hace nada vil ni despreciable. Sus obras visibles, que son las de la naturaleza, son dignas de nuestra admiración y alabanza; en ellas observamos la sabiduría, el poder y la bondad de Dios; por tanto, no debemos hallar falta en lo que él dispone acerca de nosotros. Miremos a donde miremos, tendremos que decir:

«Esto es obra de Dios: Éste es el dedo de Dios» (Ex. 8:19). Todos pueden ver, al mirar el cielo con sus luminarias, y al mirar la tierra con sus productos, la obra del Omnipotente. Ya usemos el telescopio o el microscopio, todo lo que vemos es maravilloso (vv. 24,25). El eterno poder y la divinidad del Creador se hacen claramente visibles… y se entienden por medio de las cosas hechas (Ro. 1:20). La belleza y la excelencia de las obras de Dios, y la perfecta armonía que reina entre ellas, nos deben llevar a engrandecerle y alabarle.

2. Presenta a Dios, el autor de todo ello, como infinito e inescrutable (v. 26). Las corrientes del ser, del poder y de la perfección habrían de conducirnos hasta la fuente, para ver cuan grande es Dios, tanto que nosotros no le podemos comprender. Sabemos que es, pero no sabemos qué es. Sabemos lo que no es, pero no lo que es; conocemos en parte, sin llegar jamás a comprenderle del todo; no se puede escrutar el número de sus años, porque no lo tiene; es eterno. Es un Ser sin principio, ni fin ni sucesión, que siempre fue, es, y será el mismo: el gran YO SOY (Ex. 3:14). Esta es una buena razón para no pretender dictarle lo que ha de hacer ni contender con él.

3. Expone algunos ejemplos de la sabiduría, del poder y del dominio soberano de Dios, comenzando en este capítulo por las nubes y la lluvia que desciende de ellas. No necesitamos aguzar la crítica al examinar la fraseología o las bases científicas de este discurso, pues el objetivo de todo él es mostrar la infinita grandeza de Dios como Supremo Hacedor y Gobernador de todas las criaturas, que tiene todo poder en el cielo y en la tierra (al que, por tanto, debemos, con toda humildad y reverencia, adorar y honrar, así como hablar bien de él) y que es una presunción de nuestra parte prescribirle las normas y los métodos de su providencia especial con respecto a los hombres. Para impresionar a Job con la idea de la sublimidad y soberanía de Dios, ya le había exhortado a mirar a las nubes (35:5). Ahora le dice que considere las nubes:

(A) Como fuentes de este mundo de abajo, las nubes destilan su tesoro de humedad. Si el cielo se vuelve de bronce, la tierra se vuelve de hierro. De ahí la promesa (Os. 2:21): «Yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra». Toda buena dádiva viene de arriba (Stg. 1:17), del Padre de las luminarias, que es también el Padre de la lluvia. Aquí (v. 28) se dice de las nubes que destilan—sobre los hombres, ya que, aun cuando Dios hace llover también sobre el desierto, donde no habita el hombre (38:26) y sobre las bestias del campo (Sal. 104:11), el principal objetivo de la lluvia es favorecer al hombre, a quien las criaturas inferiores están destinadas a servir. Dios hace llover sobre justos e injustos (Mt. 5:45). Al llover, Dios va soltando las gotas de las aguas (v. 27), poco a poco, no en cataratas, como cuando se abrieron las ventanas de los cielos en el Diluvio (Gn. 7-11). Con la misma agua con la que antaño inundó y ahogó la tierra, ahora la riega mansamente. Aunque el agua cae en gotas (v. 27), forma abundantes chaparrones (v. 28) y, por eso, se llama el río de Dios, lleno de aguas (Sal. 65:9). Destilan sobre la tierra la cantidad de agua equivalente al vapor que atraen del mar (v. 27b). Así pues, el cielo otorga su favor a la tierra sin recibir de ella nada a cambio.

(B) Como sombras para el mundo de arriba, las nubes oscurecen el cielo (v. 29): «¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes?» ¿Y vamos a pretender nosotros comprender las razones y los métodos de los procedimientos judiciales de Dios con los hombres, cuyos caracteres y casos son tantos y tan variados? Por la interposición de las nubes entre nosotros y el sol, salimos favorecidos, pues nos sirven como de gran sombrilla para protegemos de los ardientes rayos del sol. Una nube de rocío en el calor de la siega representa un gran refrigerio para el segador (Is. 18:4). Otras veces, oscurecen tanto el cielo que parecen fruncir el entrecejo contra nosotros; por eso, el pecado es comparado a una nube (Is. 44:22), porque se interpone entre nosotros y la luz del rostro de Dios. Pero aunque las nubes oscurezcan el sol por algún tiempo y destilen la lluvia, quedan como fatigadas por el esfuerzo, y Dios vuelve a extender la luz del sol, como antes extendió la luz de los relámpagos (v. 30a).

La enfermedad como argumento contra la existencia de Dios

La enfermedad como argumento contra la existencia de Dios

Por Matt Slick

La siguiente conversación es un diálogo acerca de Dios y la enfermedad. Los participantes fueron: Vic, Phil, Judy y Matt Slick. Vic y Phil son ateos y se supone que Judy es cristiana. Sin embargo y basado en sus comentarios, Matt lo duda. Este diálogo fue un experimento para Matt quien quería hacer más preguntas de las que respondió, evitando así una postura de defensa en un ambiente hostil. Como él mismo confiesa: “No sé si tuve éxito, pero al menos trate.”

Muchas veces al cristiano se le deja para que se defienda mientras que un grupo, en este caso, de ateos, se levanta demandando explicaciones para temas difíciles. Con este diálogo Matt trató de ver si podía hacer que los ateos explicaran y defendieran sus posiciones pidiéndoles que hicieran juicio acerca de varios temas.

Vic: Dios no puede ser bueno si permite que las personas enfermen con cáncer debido a que el cáncer es malo y se supone que Dios es bueno.
Matt: Así que, ¿por qué es que Dios NO está supuesto a que nos enfermemos o algo así? Quiero decir, ¿por qué no? Tal vez Él tiene una buena razón. Tal vez hay algo bueno en eso. Una vez más entonces, tal vez solo se debe a que en el mundo hay pecado. Además, Dios no nos debe nada.
Vic: Dios, que es nuestro Padre, no debería hacernos cosas malas, como darnos un cáncer.
Matt: Oh… Entonces Éxodo 4:11 (“Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?”) presenta un problema para Ud.
Phil: ¿Realmente piensa que aquí alguien aceptará ese texto creado y mohoso de una manada de ovejas apestosas?
Matt: No sé… ¿No es a priori declarar que los textos no son confiables?
Vic: Matt, entonces Él no es un Dios bueno, ¿lo es?
Matt: Vic, ¿por qué no sería Dios bueno si hace a alguien ciego?
Phil: Tal vez el término correcto sería sadismo. Matt, ¿es eso lo opuesto? Teniendo en cuenta las diferentes versiones de Dios, el mundo espiritual, etc., ¿por qué sería conveniente tomar la Biblia al pie de la letra?
Matt: La Biblia es históricamente veraz, profética, poderosa, etc. Pero Usted no está respondiendo a mi pregunta. Veo a Dios como bueno pero no entiendo lo que Él hace algunas veces. Pero eso no cambia Su naturaleza. Él está infinitamente por encima de mí y permite que ciertas cosas sucedan. que algunas cosas se toman por fe.
Vic: Si Ud. quedara ciego al golpearlo con un palo en la parte de atrás de su cabeza todos estarían de acuerdo que he hecho algo mal, ¿correcto?
Matt: ¿Usted? Sí. ¿Si este fuera Dios…? ¿A quién le pregunto?
Phil: Matt, a lo mejor esa es una buena declaración basada en la fe, y tiene poco que ver con cualquier criterio objetivo.
Matt:
No es cierto… Puede mirar la Biblia y ver su confiablidad textual, su verdad espiritual, su veracidad, su profecía, su patrón, sus mensajes y tomar una decisión inteligente basado en esta. Algunas cosas dentro de la Biblia las debo tomar por fe; esto es, perfectamente racional.
Phil: Vick: Debido a que Dios está más allá de cualquier juicio humano, esto realmente no le importa al Cristiano. Dios puede herir a quien quiera, y bueno… eso es duro.
Matt: Eso es correcto Phil.
Vic: Matt, ¿Ud. cree entonces que todo lo que Dios hace es inmediatamente bueno, justo? ¿Que no puede equivocarse? Si Él va a golpear a alguien en la nariz, es algo bueno; sin embargo, si yo fuera a hacerlo, ¿haría algo mal?
Matt: Correcto Vic. Dios no puede hacer nada malo. Si Dios golpea a alguien en la nariz, ¿por qué lo hizo? ¿Fue para llamar su atención debido a que iba a saltar en la carrilera del tren?
Phil: Vic, en esencia, los cristianos son sádicos.
Vic: Si Él no puede hacer algo malo, entonces, Él no es muy omnipotente.
Matt: Claro que Él es omnipotente, pero Él no puede violar Su naturaleza. La lógica que Ud. usa es errónea. Por favor, trate de pensar más claramente.
Phil: Vic, ellos disfrutan de la idea de un Dios todopoderoso jugando con ellos de vez en cuando, para que así puedan sentirse especiales a los ojos de Dios.
Matt: Si van a hablar de Dios, por lo menos háganlo de manera realísta.
Phil: Basta con decir que no hay criterio objetivo para probar la validez de las afirmaciones de la Biblia.
Matt: Tal vez, ¿pero significa esto que no es verdadera? ¿O que Dios no es conocible? Además, es histórica y arqueológicamente exacta. Esto es validación.
Phil: No Matt, pero esto significaría que debería sospechar de personas que crean en esta o lo contrario.
Vic: Matt, si Dios permite un cáncer en alguien, y la persona muere por esto, ¿cuál fue el propósito de esa situación? ¿O podemos escribir acerca de esto como otro ejemplo de que Dios obra en formas misteriosas?
Phil: Usted o debe aceptar o rechazar las afirmaciones de la Biblia al pie de la letra.
Matt: Vic, permítame preguntarle algo: Si hay un Dios y abarca el universo, ¿es posible que trabaje en formas que están más allá de nosotros? ¿Es eso posible?
Phil: Matt, si existiera un mundo espiritual y abarcara el universo… ¿Es posible que trabaje en formas que están más allá de nosotros?
Matt: Sí… ¿Vic? ¿Y bien?
Vic: Matt, claro que eso es posible, aunque poco probable. No veo alguna razón del por qué un dios no se revela a todos nosotros y no trata de escondernos las cosas.
Matt: Si es posible, ¿no significa esto entonces que la fe y la lógica son necesarias en este punto?
Phil: No, Matt.
Matt: ¿Por qué no, Phil? Situaciones hipotéticas son una herramienta de la teoría y del aprendizaje.
Phil: Hmm, Matt; porque las posibilidades no crean probabilidades o certezas. Pero la lógica sigue siendo lógica y Dios, si hizo la lógica, puede ser encontrado en esta. La fe se convierte en lógica cuando hay suficiente evidencia para sostenerla. Pero la lógica sigue siendo lógica y los elefantes gigantes invisibles rosados, si hacen lógica, puede ser encontrados en esta…
Judy: Matt, Usted no puede probar que hay un Dios. Si lo pudiera hacer, no quisiera hacer nada con cualquier “dios” que pueda probar.
Phil: Por cierto Matt, Judy es cristiana.
Judy: Ya me está exponiendo nuevamente.
Phil: O fue ella la última con la que hablé. Tal vez y en estos días, se ha entregado a la obscuridad.
Judy: De ninguna manera; más bien, más conservadora que antes.
Phil: Me alegro ver que las cosas nunca cambian.
Matt:
No intento probar que Dios…
Phil: Podrías haber engañado a este grupo.
Judy: ¿Qué intenta hacer Matt?
Matt: Tratando de aprender lo que los ateos piensan para que pueda refutarlos mejor.
Phil: Judy, él está aquí para deslumbrarnos con su verborrea y estructuras de frases interesantes.
Vic: Tiene que ser capaz de probar que Dios existe. Si lo hace, deberá estar totalmente dispuesto a producir una fotografía de Él o establecer una conferencia de prensa con Él.
Matt: He notado mucho desdén por parte de Uds. cuando hablan con cristianos.
Phil: Bueno Matt, eso son solo buenas bromas.
Judy: Ah, ¿es esa la razón por la cual Ud. viene aquí con un reto intentando probar la existencia de Dios por la lógica y situaciones hipotéticas?
Matt: No Judy; es para ver cómo Uds. argumentan. Ver la lógica, el estilo, aún los insultos.
Judy: ¿Ustedes?
Matt:
Sí, porque parece que está del lado de ellos. ¿Se va a convertir al ateísmo?
Judy: No. Uds. son los cristianos predicando su lógica.
Matt: ¿Quiere que le predique?
Phil: Matt, no está permitido predicar en este canal.
Matt: Estaba molestando. Uds. los ateos rechazan los milagros a priori. ¿Qué puedo suministrarles para que por necesidad Uds. no interpreten sus suposiciones naturalistas humanistas? Sus suposiciones hacen que sea imposible que sean objetivos y precisos al analizar todos los hechos.
Phil: Bueno viejo niño eso también lo podríamos decir de Ud.
Matt: Sí, claro… pero por lo menos yo no descarto lo milagroso; por lo tanto, estoy abierto a eso. Uds. sin embargo no. Entonces, ¿quién está más “abierto” a la verdad?
Phil: Yo no. Sin embargo, tengo que conocer a un cristiano que no haya rechazado las afirmaciones milagrosas de los hindúes a priori. Pienso que el tema de los milagros no ha sido tratado. Aun así, estoy totalmente de acuerdo con Hume cuando escribe que la idea de probar milagros en sí mismos y por sí mismos socaba todo el valor de los milagros.
Matt: Por favor Vic, sea claro. Los milagros simplemente suceden.
Phil: Para Usted Matt, estoy seguro que suceden.
Matt: Todo el conocimiento no puede ser determinado por la lógica o el experimento.
Vic: De lo eventos milagrosos que los hindúes han sido testigos, ¿son el resultado de los dioses arios o de los dioses hebreos?
Matt: De fuerzas demoníacas. Jesús declaró que los impíos pueden producir milagros. Pero no por el poder de Dios.
Vic: Matt, ¿entonces los dioses hindúes son demonios?
Matt: Sí.
Phil: Bueno Vic cualquier otro dios sería un demonio o aparentemente una simple creación humana.
Matt: Eso es correcto Phil.

Como siempre sucede en las salas de chat, la conversación terminó abruptamente.

Conclusión: Como el mismo Matt afirma, él no sabe si logró algo en esta conversación pero por lo menos es otro paso en la dirección correcta tratando de encontrar formas para responderles a los ateos.

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Job 32

Job 32 (RV60) –Eliú justifica su derecho de contestar a Job

1 Cesaron estos tres varones de responder a Job,
por cuanto él era justo a sus propios ojos.
2 Entonces Eliú hijo de Baraquel buzita, de la familia de Ram,
se encendió en ira contra Job; se encendió en ira,
por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios.
3 Asimismo se encendió en ira contra sus tres amigos,
porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job.
4 Y Eliú había esperado a Job en la disputa,
porque los otros eran más viejos que él.
5 Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones,
se encendió en ira.
6 Y respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, y dijo:
Yo soy joven, y vosotros ancianos;
Por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión.
7 Yo decía: Los días hablarán,
Y la muchedumbre de años declarará sabiduría.
8 Ciertamente espíritu hay en el hombre,
Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda.
9 No son los sabios los de mucha edad,
Ni los ancianos entienden el derecho.
10 Por tanto, yo dije: Escuchadme;
Declararé yo también mi sabiduría.
11 He aquí yo he esperado a vuestras razones,
He escuchado vuestros argumentos,
En tanto que buscabais palabras.
12 Os he prestado atención,
Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job,
Y responda a sus razones.
13 Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría;
Lo vence Dios, no el hombre.
14 Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras,
Ni yo le responderé con vuestras razones.
15 Se espantaron, no respondieron más;
Se les fueron los razonamientos.
16 Yo, pues, he esperado, pero no hablaban;
Más bien callaron y no respondieron más.
17 Por eso yo también responderé mi parte;
También yo declararé mi juicio.
18 Porque lleno estoy de palabras,
Y me apremia el espíritu dentro de mí.
19 De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero,
Y se rompe como odres nuevos.
20 Hablaré, pues, y respiraré;
Abriré mis labios, y responderé.
21 No haré ahora acepción de personas,
Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.
22 Porque no sé hablar lisonjas;
De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría.

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Comentario a Job 32

Fuente: «Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia.» Libros poéticos – Job -Tomo-2. Editorial CLIE.

Parece que la discusión ha llegado a su término y es el momento oportuno para que entre en escena un moderador, y Eliú es esa persona. Tenemos aquí,

I. Una breve reseña de su persona y de su parentela, de su intervención en la disputa y de los sentimientos que le animan con respecto al tema que se ventila (vv. 1-5).

II. Sus excusas por tener que intervenir en una discusión tan larga y eruditamente llevada por hombres de mucha más edad que él. Arguye,

1. Que, aun cuando no tiene la experiencia que da la edad. Sí tiene la que da la inteligencia (vv. 6-10).

2. Que ha escuchado pacientemente todo lo que ellos han tenido que decir (vv. 11-13).

3. Que tiene algo nuevo que ofrecer (vv. 14-17).

4. Que su mente está llena de este tema y sería para él un alivio desembuchar lo que lleva dentro (vv. 18-20).

5. Que ha decidido hablar imparcialmente (vv. 21,22). Aunque a Eliú le faltó tino, y aun tacto, en su intervención, sin embargo dijo tales verdades que ni Job se atrevió a replicarle ni Dios le dio ningún reproche.

Versículos 1-5

Cuando eran los viejos quienes habían estado disputando, se levanta en son de moderador un joven, como reproche por el acalorado debate que ellos habían llevado a cabo.

1. La razón por la que estaban ahora callados los amigos de Job (v.1): «Cesaron… de responder a Job. por cuanto él era justo a sus propios ojos» ; es decir, porque persistía en tenerse por inocente. No tenía ningún objeto seguir discutiendo con un hombre así. Pero el juicio de estos hombres acerca de Job no era ecuánime, ya que Job era realmente justo a los ojos de Dios, no sólo a sus propios ojos.

2. Las razones por las que Eliú intervino en este punto. Elihú (lit.) significa Mi Dios es él. Se dice que él era buzita, de Buz, hijo segundo de Nacor (Gn. 22:21); y de la familia de Rom. La paráfrasis caldea lee: de la familia de Abram, suponiendo que primero se llamó Rom que significa «excelso»; después, Abram, = «padre excelso»; y finalmente Abraham = «padre de una multitud». Pero esto no pasa de ser una suposición.

(A) Eliú intervino porque estaba enojado y pensó que tenía motivos para estarlo. Estaba enojado con Job porque pensaba que no había hablado de Dios con la debida reverencia; esto era cierto (v. 2): «Por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios», es decir, había puesto mayor empeño en excusarse a sí mismo de la imputación de hipocresía al verse afligido, que de excusar a Dios de la imputación de injusticia al afligirle. Sin embargo, Eliú no condena a Job sin más, sino que pretende haber hallado razones que los tres amigos de Job no habían hallado para responderle; por eso, se había encendido su ira también contra ellos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job (v. 3). Como se ve, pues, Eliú quiere aparecer imparcial en su discurso.

(B) Eliú esperó pacientemente mientras los tres amigos de Job discutían con él, puesto que eran más viejos (v. 4); escuchó también a Job, y se enojó al ver que no sabían cómo responderle debidamente (v. 5). Por eso intervino cuando se acabaron las palabras de Job (31:40).

Versículos 6-14

Eliú aparece aquí:

1. Como hombre de gran modestia y humildad (v. 6): «Yo soy joven, y vosotros ancianos; por tanto, he tenido miedo y he temido declararos mi opinión». Temía ser inoportuno o cometer alguna equivocación. ¡Cuánto nos conviene ser prontos para oír, tardos para hablar (Stg. 1:19), en especial cuando nuestra opinión es contraria a la de aquellos que, por su edad, experiencia y piedad, merecen de nosotros respeto y veneración! «Yo decía: Los de más edad hablarán» (v.7). La edad y la experiencia confieren a un hombre gran ventaja en formar juicios, tanto por proveerle de mayor material en que ocupar su mente como por madurar y mejorar sus facultades. Siempre es bueno hospedarse con un discípulo antiguo (Hch. 21:16. Comp. Tit. 2:4). Eliú había prestado paciente atención a los tres amigos de Job, incluso cuando aparecían perplejos en buscar palabras (vv. 11, 12). Hemos de estar dispuestos a escuchar cosas que no nos gusten; de lo contrario, no podremos probarlo todo. Sólo los que escuchan bien pueden hablar, y sólo los que han aprendido pueden enseñar.

2. Como hombre de sentido y valentía, que sabía cuándo y cómo hablar, y cuándo y cómo guardar silencio. Aun cuando respetaba a sus amigos lo suficiente como para no interrumpirles, respetaba todavía más la verdad y la justicia (mejores amigos) como para no traicionarlos con su silencio. Como decía Aristóteles: «Amigo es Platón, pero más amiga es la verdad».

(A) El hombre es una criatura racional y, por ello, está dotado de juicio y discreción y se le debe permitir libertad de expresión cuando le llega su turno. A esto se refiere Eliú al decir: «Ciertamente hay espíritu en el hombre y el soplo del Omnipotente le hace que entienda» (v. 8, donde vemos que ruaj = espíritu y nishmat = soplo -Gn 2:7- son equivalentes por paralelismo). Viene a decir lo mismo que Job (12:3: «Pero también yo tengo entendimiento como vosotros»), pero se expresa con mayor modestia que él, dando a entender que nadie tiene el monopolio de la razón: «Por tanto…. Escuchadme» (v. 10). Nuestra alma es espíritu; espíritu inteligente. Tiene capacidad para descubrir y recibir la verdad, para discurrir y razonar sobre ella. y para decidir y actuar en consonancia. Este espíritu inteligente está en todos los hombres. Es el soplo del Omnipotente el que nos lo infunde.

(B) Aunque la antigüedad atribuía a la ancianidad cierta patente de sabiduría, Eliú declara que no siempre son los sabios los de mucha edad, ni los ancianos disciernen lo que es justo (v. 9). La sabiduría viene de Dios y de su Palabra, no de la edad (V. Sal. 119:99-100) ¡Ojalá los de más edad fuesen siempre sabios, pues así no harían jamás daño desde la posición de prestigio que ostentan y podrían hacer mucho bien con la sabiduría que poseerían! Tampoco el recto juicio es monopolio de la ancianidad; también los viejos pueden equivocarse y, por tanto, no han de tomar como una afrenta el que se les contradiga, sino más bien tomarlo como una fineza para ser instruidos por otros más jóvenes que ellos. «Por tanto, yo dije: Escuchadme» (v. 10). El que tiene buena vista puede ver desde el valle mucho más de lo que puede percibir el cegato desde lo alto de una montaña. «Más vale un muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos» (Ec. 4:13).

3. Era menester que alguien interviniese para poner la discusión bajo una verdadera luz: «Tengo que hablar -dice Eliú, para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría (v. 13). No penséis que vuestros argumentos contra Job son concluyentes, como si no se le pudiese convencer y humillar con otras razones que las vuestras, pues lo refutará Dios, no el hombre (v. 13b). Si lo que sufre es por su pecado. Dios dirá la última palabra; vosotros no habéis sabido decirla».

4. Eliú piensa que tiene algo nuevo que ofrecer a la discusión: Él va a hablar con toda imparcialidad: ni Job ha presentado excusas que puedan convencer a Eliú, ni éste va a tratar de convencerle con las mismas razones que han empleado ellos (v. 14), para no ser tenido por impertinente o por apasionado.

Versículos 15-22

Tres razones aduce Eliú como excusa para intervenir en este debate:

1. La escena había quedado sin actores, por lo que él se creía en la oportunidad de intervenir: «Se les fueron los razonamientos… Callaron y no respondieron más» (vv. 15, 16). El juicio pertenece a Dios, y por él se ha de determinar quién tiene razón y quién no la tiene. Ellos ya habían expresado su opinión; él ahora va a exponer la suya.

2. Él se sentía constreñido a hablar. Estaba tan lleno de palabras (v. 18), después de haber escuchado a todos y haber reflexionado por largo tiempo, que en su interior bullían las razones como bulle el vino nuevo en los odres hasta reventarlos si no tiene respiradero (v. 19). Así que va a hablar y se desahogará (v. 20), no sólo para librarse de la presión interior, sino también para tener el placer de hacer el bien.

3. Había resuelto hablar sinceramente lo que pensaba ser justo y verdadero, no lo que fuese halagador para cualquiera de las partes (vv. 21,22): «No haré ahora acepción de personas, ni usaré con nadie de títulos lisonjeros. Porque no sé hablar lisonjas; de otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría». No va a ser como los jueces que se dejan sobornar por dinero o por halagos, pues el que nos creó aborrece el disimulo y la adulación y castigará los labios lisonjeros y la lengua jactanciosa (V. Sal. 12:3).

Job 21

Job 21 (RV60) -Job afirma que los malos prosperan.

1 Entonces respondió Job, y dijo:
2 Oíd atentamente mi palabra,
Y sea esto el consuelo que me deis.
3 Toleradme, y yo hablaré;
Y después que haya hablado, escarneced.
4 ¿Acaso me quejo yo de algún hombre?
¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
5 Miradme, y espantaos,
Y poned la mano sobre la boca.
6 Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro,
Y el temblor estremece mi carne.
7 ¿Por qué viven los impíos,
Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?
8 Su descendencia se robustece a su vista,
Y sus renuevos están delante de sus ojos.
9 Sus casas están a salvo de temor,
Ni viene azote de Dios sobre ellos.
10 Sus toros engendran, y no fallan;
Paren sus vacas, y no malogran su cría.
11 Salen sus pequeñuelos como manada,
Y sus hijos andan saltando.
12 Al son de tamboril y de cítara saltan,
Y se regocijan al son de la flauta.
13 Pasan sus días en prosperidad,
Y en paz descienden al Seol.
14 Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros,
Porque no queremos el conocimiento de tus caminos.
15 ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos?
¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?
16 He aquí que su bien no está en mano de ellos;
El consejo de los impíos lejos esté de mí.
17 ¡Oh, cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada,
Y viene sobre ellos su quebranto,
Y Dios en su ira les reparte dolores!
18 Serán como la paja delante del viento,
Y como el tamo que arrebata el torbellino.
19 Dios guardará para los hijos de ellos su violencia;
Le dará su pago, para que conozca.
20 Verán sus ojos su quebranto,
Y beberá de la ira del Todopoderoso.
21 Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí,
Siendo cortado el número de sus meses?
22 ¿Enseñará alguien a Dios sabiduría,
Juzgando él a los que están elevados?
23 Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico;
24 Sus vasijas estarán llenas de leche,
Y sus huesos serán regados de tuétano.
25 Y este otro morirá en amargura de ánimo,
Y sin haber comido jamás con gusto.
26 Igualmente yacerán ellos en el polvo,
Y gusanos los cubrirán.
27 He aquí, yo conozco vuestros pensamientos,
Y las imaginaciones que contra mí forjáis.
28 Porque decís: ¿Qué hay de la casa del príncipe,
Y qué de la tienda de las moradas de los impíos?
29 ¿No habéis preguntado a los que pasan por los caminos,
Y no habéis conocido su respuesta,
30 Que el malo es preservado en el día de la destrucción?
Guardado será en el día de la ira.
31 ¿Quién le denunciará en su cara su camino?
Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?
32 Porque llevado será a los sepulcros,
Y sobre su túmulo estarán velando.
33 Los terrones del valle le serán dulces;
Tras de él será llevado todo hombre,
Y antes de él han ido innumerables.
34 ¿Cómo, pues, me consoláis en vano,
Viniendo a parar vuestras respuestas en falacia?

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Comentario a Job 21

Fuente: «Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia.» Libros poéticos – Job -Tomo-2. Editorial CLIE.

 

Respuesta de Job al segundo discurso de Sofar, en la que se queja de su aflicción menos que en los anteriores discursos y se acerca más al centro de la cuestión en disputa: si los malvados pueden o no prosperar, y los íntegros ser afligidos.

I. Comienza por exhortar a sus amigos a que tengan paciencia con él y le muestren compasión (vv. 1-6).

II. Su discurso tiene por objetivo hacer que rectifiquen sus equivocaciones:

1. Describe la gran prosperidad de muchos impíos (vv. 7-13).

2. Muestra la gran maldad de muchos de ellos, en la que se endurecen precisamente por su prosperidad (vv. 14-16).

3. Predice la ruina en que han de caer, pero después de un largo respiro (vv. 17-21).

4. Observa una gran variedad de procedimientos en la forma en que la Providencia trata a los hombres, incluso a los peores (vv. 22-26).

5. Ataca al fundamento mismo de las censuras que sus amigos le dirigían, mostrándoles que, en este mundo, los malvados escapan con frecuencia de todo castigo hasta la hora de su muerte (vv. 27-34).

Versículos 1-6

Job se encomienda ahora a la compasiva consideración de sus amigos. Mansamente les pide que tengan paciencia para escucharle (v. 3), pues va a quejarse de nuevo. Si no tienen otro consuelo que ofrecerle, que sea éste al menos el consuelo que le den (v. 2). Después que él haya hablado, tienen permiso para escarnecerle (v. 3b). Como diciendo: «Cuando yo haya hablado, podéis continuar con vuestras burlas y censuras, que no os interrumpiré. Si me prestáis atención, espero haceros cambiar de opinión respecto de mí y que me tengáis compasión en lugar de burlaros de mí ¿Acaso me quejo yo de algún hombre? (v. 4). Mi queja va a Dios y a él apelo. Que él juzgue entre vosotros y yo».

No era un caso ordinario el suyo, no, sino algo que debería llenar de espanto a todo el que lo viese o lo oyese (v. 5), pues él mismo tiembla y se horroriza de su propia experiencia (v. 6), especialmente cuando compara su actual condición con la anterior prosperidad de la que había disfrutado por largos años.

Versículos 7-16

Los tres amigos de Job, en la segunda serie de sus discursos, se habían extendido considerablemente en describir la miserable condición del malvado en este mundo. «Es cierto», viene a decir Job, «que algunas veces caen sobre los malvados impresionantes castigos, pero no siempre, pues hay muchos casos en que los mayores impíos gozan de grande y prolongada prosperidad; aun cuando se endurecen en la maldad por su prosperidad, con todo se les permite continuar prosperando».

1. Describe su prosperidad en cuanto a su altura, su anchura y su largura. Viven sin ser cortados súbitamente por los golpes de la divina venganza. No sólo viven, sino que viven en gran prosperidad (1 S. 25:2 y ss.). En esa prosperidad llegan a envejecer (v. 7). Sus hijos crecen robustos en presencia suya (v. 8). Sus casas están a salvo de peligros y aun del temor a los peligros (v. 9). Sus ganados están sanos y son fecundos (v. 10). Su vida es una continua fiesta (vv. 11, 12). Y en esa prosperidad descienden al sepulcro (v. 13).

2. Muestra cómo abusan de su prosperidad hasta endurecerse en la maldad (vv. 14, 15). Dios les permite prosperar, lo que no ha de extrañar a nadie, pues el extravío de los ignorantes los matará al endurecerlos en el pecado (Pr. 1:32, comp. con Sal. 73:7-9). ¡Cuan a la ligera hablan de Dios estos malvados, como si la prosperidad de que gozan fuese motivo suficiente para prescindir de Dios y de la otra vida! El mundo es la porción que han escogido. Mamón es el dios al que sirven, y con eso se consideran felices; mientras tengan eso, pueden prescindir de Dios y de la religión. «Le dicen a Dios:… no queremos conocer tus caminos» (v. 14). Los dos grandes vínculos que nos atraen y nos sujetan en el ejercicio de la piedad son el deber y el interés. Los impíos no creen que su deber sea honrar a Dios (v. 15); «¿quién es el Todopoderoso para que le sirvamos?» Como si Shadday fuera un mero nombre, sin valor alguno, y ellos tan ricos y poderosos que no necesitan someterse a él. Como Israel en tiempos de Jeremías, le dicen a Dios: «Vagamos a nuestras anchas; nunca más vendremos a ti» (Jer. 2:31). Tampoco creen que la piedad tenga ningún interés para ellos (v. 15b): «¿De qué nos aprovechará que oremos a él?» ¿solo se ha de estimar como ganancia la riqueza de este mundo? Si obtenemos el favor de Dios y las bendiciones eternas y espirituales, no hay motivo para que nos quejemos de que perdemos algo por ser piadosos (v. 1 Ti. 6:6).

3. Muestra que son unos insensatos por la forma en que disponen de sus bienes (v. 16), como si fuesen dueños soberanos de ellos, siendo así que les vienen de manos de Dios, aun cuando ellos son muy ingratos y no quieren reconocerlo (sin embargo-nota del traductor- son muchos los exegetas modernos que traducen la primera parte de dicho versículo en forma interrogativa: «Mirad, ¿no está en manos de ellos su fortuna?». No cabe duda de que todo el contexto exige la interrogación aquí). La 2a parte del v. está clara: Job renuncia a toda participación en el consejo de los impíos: «Lejos esté de mi tener la mentalidad de ellos; lejos esté de mí participar en sus planes malvados. Sus descendientes aprueban sus dichos, aunque su camino es locura (Sal. 49:13), pero para mí hay mejores cosas que andar en consejo de malos (Sal. 1:1).»

Versículos 17-26

Job ha descrito la prosperidad de los impíos. Ahora:

1. Opone esto a lo que sus amigos han sostenido acerca de la ruina de los malvados en esta vida (v. 17): «Decidme: ¿Cuántas veces es apagada la lámpara de los impíos? ¿no veis cómo sigue ardiendo la mecha de ellos hasta el final, cuando se apaga por sí misma? ¿Cuándo viene sobre ellos su quebranto, etc ? ¿No veis cómo su prosperidad continúa hasta el final?».

2. Job sigue expresando lo mismo en los vv. 18-21, valiéndose de otras figuras familiares: ¿Son como la paja y el tamo que arrebata el torbellino? (v. 18, comp. con Sal. 1:4). ¿Guardará Dios el castigo para sus hijos? (v. 19) ¿Y qué le importa a él que su familia y su casa se hundan después que él haya muerto? Él, él, es el que debería recibir el pago y beber de la copa del furor de Dios (vv. 19b-21).

3. En este momento, Job intenta reconciliar estos hechos con la verdad indiscutible de un Dios infinitamente sabio y justo (vv. 22-26), pero la solución que él entrevé es meramente negativa: nadie puede enseñar a Dios sabiduría ni justicia, aunque no sepamos cómo explicarnos tantas anomalías. Gracias a Dios, nosotros conocemos que es tan grande la desproporción entre el tiempo y la eternidad que, siendo el infierno el destino final de los impíos, y el cielo el de los justos, poco importa si marchamos hacia la eternidad riendo o gimiendo.

Versículos 27-34

Job se encara directamente con sus amigos, quienes apoyados siempre en el principio de «la siembra y la siega», deducen que Job ha de ser forzosamente un hipócrita, cuando de tal manera es castigado por Dios.

1. Job declara que conoce bien lo que sus amigos piensan de él (v. 27), pues conoce el principio en que se basan (v. 28): «¿Qué queda de la casa del poderoso, etc? ¿Cómo está la casa de Job, y qué queda de la casa de su hijo primogénito, donde estaban todos sus hijos e hijas banqueteando?

Si se investigan las circunstancias de la ruina de la casa y de la familia de Job, pronto se ve que han corrido la misma suerte que las tiendas en que moraban los impíos».

2. Los hechos que Job presenta no se los ha inventado él, sino que son del dominio público (vv. 29 y ss.). Basta preguntar a los que han viajado por varios países. Ellos dirán (darán su testimonio, sus señales -como dice el hebreo) lo que ocurre con mucha frecuencia: los malvados no son alcanzados en el día de la ira (v. 30), ni reciben en vida el pago de sus malas acciones (v. 31); más aún, es llevado con gran pompa y acompañamiento al cementerio, y hasta dispondrá allá de un mausoleo, que perpetúe su memoria (vv. 32, 33): «Aquí yace don fulano de tal y tal, etc» con encomios en su lápida y flores sobre su tumba.

3. De todo ello deduce Job la impertinencia de los discursos de sus amigos (v. 34). En vano pretenden consolarle, cuando sus razones se basan en falacia, es decir, en una hipótesis falsa. Donde no hay verdad, poco consuelo puede esperarse.

Job 5

Job 5 (RV60)

1 Ahora, pues, da voces; ¿habrá quien te responda?
¿Y a cuál de los santos te volverás?
2 Es cierto que al necio lo mata la ira,
Y al codicioso lo consume la envidia.
3 Yo he visto al necio que echaba raíces,
Y en la misma hora maldije su habitación.
4 Sus hijos estarán lejos de la seguridad;
En la puerta serán quebrantados,
Y no habrá quien los libre.
5 Su mies comerán los hambrientos,
Y la sacarán de entre los espinos,
Y los sedientos beberán su hacienda.
6 Porque la aflicción no sale del polvo,
Ni la molestia brota de la tierra.
7 Pero como las chispas se levantan para volar por el aire,
Así el hombre nace para la aflicción.
8 Ciertamente yo buscaría a Dios,
Y encomendaría a él mi causa;
9 El cual hace cosas grandes e inescrutables,
Y maravillas sin número;
10 Que da la lluvia sobre la faz de la tierra,
Y envía las aguas sobre los campos;
11 Que pone a los humildes en altura,
Y a los enlutados levanta a seguridad;
12 Que frustra los pensamientos de los astutos,
Para que sus manos no hagan nada;
13 Que prende a los sabios en la astucia de ellos,
Y frustra los designios de los perversos.
14 De día tropiezan con tinieblas,
Y a mediodía andan a tientas como de noche.
15 Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos,
Y de la mano violenta;
16 Pues es esperanza al menesteroso,
Y la iniquidad cerrará su boca.
17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga;
Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
18 Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará;
El hiere, y sus manos curan.
19 En seis tribulaciones te librará,
Y en la séptima no te tocará el mal.
20 En el hambre te salvará de la muerte,
Y del poder de la espada en la guerra.
21 Del azote de la lengua serás encubierto;
No temerás la destrucción cuando viniere.
22 De la destrucción y del hambre te reirás,
Y no temerás de las fieras del campo;
23 Pues aun con las piedras del campo tendrás tu pacto,
Y las fieras del campo estarán en paz contigo.
24 Sabrás que hay paz en tu tienda;
Visitarás tu morada, y nada te faltará.
25 Asimismo echarás de ver que tu descendencia es mucha,
Y tu prole como la hierba de la tierra.
26 Vendrás en la vejez a la sepultura,
Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo.
27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así;
Oyelo, y conócelo tú para tu provecho.

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Comentario a Job 5

Fuente: «Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia.» Libros poéticos – Job -Tomo-2. Editorial CLIE.

Prosigue Elifaz con su razonamiento, apelando ahora a los fieles testigos de la verdad en todas las edades (v. 1) quienes aseguran,

I. Que el pecado es la ruina de los pecadores (vv. 2-5).

II. Que la aflicción es la suerte común de la humanidad (vv. 6, 7).

III. Que nuestro deber durante la aflicción es acudir a Dios, quien puede y quiere ayudarnos (vv. 8-16).

IV. Que las aflicciones que se soportan bien, resultan bien; en particular, si Job estuviese en mejor disposición, podría estar seguro de que Dios tenía reservadas para él grandes bendiciones (vv. 17-27).

Versículos 1-5

Tan seguro estaba Elifaz de la validez de su argumentación que reta a Job a que escoja quien pueda darle la razón (v. 1): «Ahora, pues, da voces;

¿habrá quien te responda?». Como diciendo: «¿Puedes presentar un solo ejemplo de alguien que fuese realmente una persona íntegra y se viese reducida a tal extremo de aflicción como el que a ti te atormenta? Nunca trata Dios a quien le teme como te está tratando a ti; por consiguiente, de cierto que tú no eres temeroso de Dios ¿Acaso ha maldecido jamás su día un hombre bueno como lo has hecho tú?» Elifaz no duda de que aun los ángeles le darán la razón en dos cosas:

1. En que el pecado causa la ruina de los pecadores (v. 2). No sólo es inútil el enojo, sino también nocivo: turba la razón, destempla el ánimo y hasta hace enfermar. «Eso te pasa a ti», viene a decir Elifaz: «al querellarte contra Dios, te estás haciendo el mayor daño posible».

A la malévola incitación de su mujer, Job había respondido: Hablas como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas (2:10). Elifaz parece decirle ahora a él: «Te portas como suele portarse cualquiera de los hombres fatuos»

2. En que la prosperidad de los pecadores es de corta duración (vv. 3-5). Pone Elifaz a Job en parangón con los malvados. La prosperidad de Job había llegado a su fin como la de cualquier inicuo. Su hacienda había sido consumida; sus criados y sus hijos habían muerto de muerte violenta. En un momento, había pasado de la prosperidad a la miseria; todo se había vuelto contra él. Nótese la comparación (v. 4) con los malhechores que, viéndose obligados a devolver lo que mal adquirieron, no pueden hacerlo, dejando endeudados a sus hijos: «Quebrantados en la puerta», es decir, ante los jueces. Como a los malvados le había ocurrido también a Job en lo de su hacienda (v. 5): A pesar de las vallas y las cercas con espinos, los sábeos y los caldeos, hambrientos de rapiña, se habían llevado todas sus posesiones (1:15-17).

Versículos 6-16

Después de lanzar tan terribles acusaciones, como si las tremendas calamidades de Job fuesen el fruto de sus pecados ocultos, Elifaz, temiendo llevar a Job a la desesperación, trata ahora de animarle y le habla en tono suave, como si quisiera contrarrestar la dureza de sus anteriores frases.

1. Le recuerda que las aflicciones no vienen por casualidad, ni han de atribuirse a la acción de las causas segundas (v. 6), sino que se deben a la maldad de los hombres: no hay que echar la culpa al suelo, al mal tiempo ni al clima, sino al propio interior malvado del hombre, del mismo modo que las chispas se producen inevitablemente donde hay incendio.

2. Le aconseja comportarse bajo la aflicción del único modo correcto;

buscando a Dios (v. 8) y poniendo en sus manos el caso. Eso es lo que Elifaz haría en el caso de Job, y eso es lo que Job debe hacer: Nada de quejarse ni de protestar, sino humillarse y acudir a Dios en oración. Prescindiendo de la equivocada teodicea de Elifaz, este consejo es provechoso en cualquier caso: «iEstá alguno entre vosotros afligido ? haga oración », dice Santiago (5:13).

3. Le anima a buscar a Dios, pues es un Dios que obra prodigios de poder y de bondad (v. 9): hace maravillas en el reino de la naturaleza (v. 10) y en la forma de gobernar el mundo, pues deshace los planes de los soberbios y protege y levanta a los humildes y afligidos. Las frases de Elifaz en los vv. 11-16 guardan gran semejanza con las de Ana (1 S. 2:7-8), David (Sal. 18:27), otro salmista (Sal. 147:6) y el cantico de María, la madre de Jesús (Lc. 1:52-53).

Versículos 17-27

Elifaz aconseja ahora a Job que tome su aflicción como una disciplina de un buen padre, como la corrección del Todopoderoso (mejor, del Todo suficiente -hebreo Shadday- primera vez que este vocablo ocurre en el libro de Job)

I. Ésta es, en sí, una exhortación muy oportuna (v. 17): «No menosprecies la corrección…» La disciplina procede del amor de un buen padre y tiene por objetivo el bien del hijo (Heb. 12:6 y ss.). La gracia puede vencer la antipatía que la naturaleza siente hacia el sufrimiento y hacer que el hijo de Dios se someta a la divina voluntad. No hemos de pensar que es un rebajamiento someterse a la disciplina, sino, al contrario, que Dios realmente engrandece al hombre cuando le visita y le pone a prueba (vv 17, 18). No veamos en la aflicción un efecto de la casualidad o de las causas segundas, sino como la voz de Dios que nos envía un mensaje desde el Cielo.

II. Veamos las palabras de ánimo que da Elifaz a Job.

1. Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige (v. 17, comp. Stg. 1:12), si el hombre se aprovecha de la corrección que Dios le envía, pues esta corrección es una evidencia de verdadera filiación y un medio seguro de santificación: mortifica las corrupciones, aparta el corazón de los vanos deseos o, como castizamente dice nuestro Fray Luis de Granada (nota del traductor) «pone acíbar en los pechos del mundo»; nos acerca más a Dios, nos lleva a la Biblia, nos pone de rodillas y nos produce un eterno peso de gloria (2 Co. 4:17). Cuando Dios produce heridas con las reprensiones de su Providencia, las venda y cura con los consuelos de su Espíritu (v. 18).

2. En los vv. siguientes, Elifaz se dirige personalmente a Job y le declara muchas y grandes promesas de las buenas cosas que Dios haría por él si se humillase bajo la mano de su Hacedor. Aunque los amigos de Job dijeron de él y de Dios algunas cosas que no estaban bien, las doctrinas generales que exponen reflejan el sentido piadoso de la era patriarcal y, puesto que el apóstol Pablo cita el v. 13 como escritura canónica (V. 1 Co. 3:19) y el mandato del v. 17 (comp. con Pr. 3:11) nos obliga también a nosotros, también las promesas que aquí se declaran pueden aplicarse a nosotros y las podemos recibir como de la mano de Dios a fin de que por medio de la paciencia y de la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza (Ro. 15:4).

(A) Se promete aquí que cuantas veces sobrevengan aflicciones, otras tantas sobrevendrán también amorosas liberaciones (v. 19). El número siete simboliza aquí, como siempre, totalidad y perfección.

(B) Por muchas que sean las tribulaciones que caigan sobre el justo, no le tocará el mal (comp. con 1 Jn. 5:18 «y el Maligno no le toca» ); es decir, no le producirá verdadero daño (comp. con Sal. 91:10).

(C) Cuando vengan calamidades públicas, el justo gozará de peculiar protección (v. 20). Para contrastar esta mentalidad con la del Nuevo Testamento, basta con leer Mt. 5:45; Lc. 13:1-5.

(D) Todo lo que de los buenos se diga con calumnia o para destruir su reputación, quedará sin efecto y no les hará daño (v. 21). Los mejores y más inocentes no pueden verse libres de calumnias, reproches y falsas acusaciones. De estas cosas no puede ponerse a salvo el hombre más santo, pero Dios sí puede resguardarlo y hacer que los malvados calumniadores no le perturben la paz ni le manchen la reputación.

(E) Disfrutarán de santa serenidad mental, nacida de su confianza en Dios, en medio de los peligros que les acechan: No temerán la destrucción (v. 21), ni a las fieras del campo (v. 22). S. Pablo habla con exultación de la impotencia de la muerte y del sepulcro (1 Co. 15:55), persuadido de que nada, ni la muerte, puede separarnos del amor de Cristo (Ro. 8: 35-39).

(F) Estando en paz con Dios, habrá también un pacto de paz entre el justo y la creación entera (v. 23); ni las piedras impedirán la fertilidad de su campo, ni las fieras estropearán las cosechas.

(G) Sus casas y familias gozarán de incolumidad y prosperidad (vv. 24, 25): «Paz (será) tu tienda», dice literalmente el original. Es decir, tu casa se hallará en completa seguridad y prosperidad. Lo mismo ocurrirá con sus posesiones: cuando vaya a verlas, nada echará de menos. Su familia será numerosa: su prole brotará del seno como la grama que brota esplendorosa en el campo tras la lluvia. «Aunque hayas perdido todos tus hijos» -parece decirle a Job-, «si te vuelves a Dios, él reconstruirá con creces tu familia». Es un gozo para los padres ver la prosperidad, especialmente la espiritual, de sus hijos, pues si son realmente buenos, serán realmente grandes, aunque no lleguen a destacar en el mundo como personas importantes.

(H) Su muerte vendrá a su tiempo y sazón y terminarán el curso de la vida con gozo y honor (v. 26). Pero, si la Providencia no nos concede larga vida, con tal que la gracia de Dios nos deje satisfechos con el tiempo que haya sido fijado a nuestra vida, podemos decir que bajamos al sepulcro en buena vejez. Nuestros tiempos están en las manos de Dios (Sal. 31:35) y podemos estar contentos de ello, sabiendo que él se preocupará de que los suyos mueran en el mejor tiempo: aun cuando la muerte de algún creyente nos parezca prematura, nunca será inoportuna.

3. En el último versículo de esta sección (v. 27), Elifaz recomienda a Job que haga caso de estas promesas, pues son palabras fieles de cuya verdad puede estar seguro: He aquí lo que hemos indagado y es cierto. Habla en plural, pues se considera portavoz de sus compañeros. Es la voz de la experiencia propia y ajena, así como la tradición de los mayores. Así que lo mejor que Job puede hacer es escucharla y aplicársela para su provecho. No es bastante oír y conocer la verdad, sino que debemos ahondar en ella y hacemos más sabios y mejores por medio de ella. Buen sermón es el que nos hace bien; para ello, es preciso que nos apliquemos a nosotros mismos, no a otros, el mensaje.

Charles Spurgeon – Creyendo con el corazon

 

«Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.»
Romanos 10:10

 

Traducidos y Leídos por Allan Román

Las puertas al ocultismo a través de la “Nueva Era”

Como mencionamos antes, tras muchas de las tiendas de alimentos salutíferos hay gurus hindúes. Muchas de las enseñanzas hindúes de la Nueva Era son presentadas como “científicas”. Las dietas son una gran parte de este movimiento, especialmente el vegetarianismo. He visto cantidad de personas atrapadas en lazos demoníacos por frecuentar herbolarios y tiendas de alimentos salutíferos y mantener una dieta vegetariana rígida de las prescritas en varias revistas y libros que contienen las enseñanzas de la Nueva Era.

El yoga es a menudo una puerta que descuidamos. Como explico en el capítulo 13, el propósito del yoga es “conectar” o “ayuntar” con el dios hindú Brahmán. El yoga no es sólo ejercicio físico. Es imposible separar el yoga de la religión hindú porque el yoga es religión. Nunca lo enseñan sin enseñar a la vez meditación, salud mental, etc. El propósito del yoga kundalínico, por ejemplo, es despertar y dominar las fuerzas kundalínicas. Literalmente, “kundalini” quiere decir “serpentino” y es el nombre de una diosa hindú simbolizada por una serpiente con tres anillos y medio que duerme con la cola en la boca. Se dice que esta serpiente reside en el cuerpo humano cerca de la base de la columna vertebral. Cuando se le estimula con el debido control da fortaleza, poder y sabiduría, además de muchas habilidades síquicas, aun la de
sanar milagrosamente. Esta fuerza no es más que un demonio.

En los departamentos de terapia física se enseña abiertamente el yoga kundalínico para la reducción de la presión arterial y una amplia variedad de otras anormalidades médicas. Esta es sanidad demoníaca. El yoga tantra se ha vuelto muy popular entre los profesionales de la medicina y los altos gerentes de empresa de Europa y los países escandinavos. El yoga tantra es satanismo puro, con sacrificios humanos y todo. Los maestros del yoga tantra hablan mucho de varios poderes, vibraciones y energías, que en realidad son demonios.

Algunos maestros de yoga están en sí engañados y no comprenden que lo que están enseñando es ‘hinduismo. Pero no tienen excusa. Ni tampoco sus estudiantes. Debemos siempre analizarlo todo y estar seguros del significado exacto de los términos que se emplean en cualquier tipo de actividad.

La meditación es algo que no se entiende mucho. Se enseñan tantas formas de meditación que es imposible enumerarlas. Sin embargo, hay algunos principios básicos que podemos observar fácilmente. Todas las meditaciones de corte oriental tienen como propósito la “autopercepción” y obtener una más elevada conciencia de uno mismo. La “autopercepción” es en realidad el proceso mediante el cual uno aprende a dominar su espíritu. Se logra un grado más alto de autopercepción a medida que la persona empieza a comunicarse con los diferentes espíritus demoníacos. Muchas veces la gente tiene un demonio particular al que llama “guía” o “consejero”.

En la Biblia hay varias referencias a la meditación, pero hay una gran diferencia entre la meditación que es de Dios y la meditación satánica.

Una de las principales referencias a la meditación la hallamos en Josué: “El libro de esta ley nunca se apartará de tu boca: antes bien de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien”. Josué 1:8

Deseo recalcar que la meditación a que se refiere este pasaje abarca la activa lectura, aprendizaje y memorización de la ley que Dios entregó a los israelitas. Josué debía aprenderse la ley de tal manera que llegara a ser parte de él mismo. David siguió el mismo principio, y lo menciona en el Salmo 119: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado: no me dejes divagar de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. Salmo 119:9-11

Aquí de nuevo, David estaba haciendo algo en forma activa: aprender y memorizar la ley de Dios para no apartarse de ella. En ninguna parte de la Biblia se habla de meditación pasiva. La meditación satánica es pasiva.

Satanás quiere que los hombres pongan la mente en blanco, que intenten quitarse de la mente cualquier pensamiento.

Esto abre directamente las puertas a la influencia demoníaca, porque en realidad Dios nos manda a sujetar nuestros pensamientos, [no a dejar la mente en blanco! Si uno no controla su mente, ¡Satanás lo hará! «Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, (porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;) destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento a la obediencia de Cristo». 2 Corintios 10:3-5

«Tú le guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en ti persevera…» Isaías 26:3

Estos pasajes demuestran claramente que la orden que se nos da es que mantengamos nuestros pensamientos bajo sujeción, no que dejemos la mente en blanco. Cualquier enseñanza sobre meditación que diga que hay que dejar la mente en blanco, limpia de todo pensamiento, o que hay que estar repitiendo ciertas frases para poder dejar la mente en blanco, procede de Satanás.

«[Jesús les dijo]Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos…” Mateo 6:7

“Mas evita profanas y vanas parlerías; porque muy adelante haran caer en la impiedad”. 2 Timoteo 2:16

El Control Mental Silva, la hipnosis y muchas formas de autohipnosis son prácticas en el movimiento de la Nueva Era, a través de nuestro sistema escolar, en la medicina, y hoy día se enseña en todas las grandes corporaciones. Todos estos incluyen meditaciones para despejar la mente, con lo que la persona queda abierta al influjo de los demonios. En muchos casos, como en el Control Mental Silva, la gente llega a conocer espíritus guías llamados “consejeros” o cualquier otra cosa. Se enseña que esos “consejeros” existen en lo más profundo de nuestra mente y personalidad, partes’ “inconscientes” de la mente asequibles sólo mediante técnicas especiales. Todo es una mentira. Tales técnicas
ponen a la gente en contacto directo con los demonios. En casi todos los supermercados en los Estados Unidos venden grabaciones “subliminales” sobre una amplia variedad de tópicos como bajar de peso, relajación, alivio de la tensión, autoimagen positiva, y así, ad infinitum, Todas estas grabaciones tienen sonidos repetitivos que ayudan al oyente a dejar la mente en blanco. Al dejar la mente en blanco, la persona se abre a cualquier mensaje oculto en la grabación, mensajes que son sugestiones demoníacas que disponen a la persona para el control demoníaco directo.

El otro día hablé con una cristiana que había probado escuchar una grabación “subliminal”. Ella, el esposo y una hija adolescente habían escuchado grabaciones sobre el alivio de la tensión y el mejoramiento de la autoestima. A los pocos días de estar oyendo las grabaciones la vida familiar comenzó a quebrantarse. Tenían el hábito de pasar un tiempo todos los días reunidos como familia para leer la Biblia y orar. Esta fue la primera actividad que dejaron. Un mes después, ninguno leía la Biblia ni asistía a la iglesia. No podían entender la causa de ese cambio repentino en sus vidas. La causa eran las grabaciones subliminales. Una vez que le pidieran perdón a Dios por usar instrumentos ocultistas, ordenaron a los demonios que se fueran y sacaron de la casa tales materiales, pudiendo de nuevo disfrutar la oración y el estudio bíblico. Me alegro que hayan descubierto tan pronto la causa de su problema. Muchos cristianos pierden completamente su relación con el Señor por medio de materiales subliminales.

La acupuntura es una forma de curación demoníaca. El propósito de la acupuntura es precisamente despertar las fuerzas kundalínicas para efectuar la sanación de la persona. La biorreacción (biofeedback en inglés) es extremadamente popular en muchas clínicas del dolor y se emplea para regular los dolores de cabeza y la presión arterial. La biorreacción produce el mismo estado de “conciencia modificada” (o sea, contacto con el mundo espiritual) que las diversas formas de meditación y autohipnosis. Adiestra a la persona para que domine su cuerpo espiritual, el que a su vez domina el cuerpo físico.

Otra vez, esto es cura demoníaca.

La autohipnosis está penetrando mucho en varios sistemas escolares públicos. Sé de un grupo de padres cristianos que han apelado a las cortes para que eliminen esas prácticas de las escuelas públicas. Han demostrado que sin lugar a duda los diferentes métodos que se están
enseñando son más hinduismo que ciencia, pero no han logrado cambiar el currículo escolar. Los padres tienen que interrogar a sus hijos cuidadosa y frecuentemente sobre lo que están aprendiendo en la escuela. La práctica del yoga es muy común desde el primer grado porque facilita el control del alumno en el aula.

La visualización es también una técnica común en los diferentes cursos sobre el control de la mente de la Nueva Era. Creo que la visualización es la piedra angular para establecer contacto con el mundo espiritual. Se usa intensamente en el Control Mental Silva y en varias formas de meditación, especialmente para la curación síquica. Todo esto abre las puertas a los demonios.

Rebecca Brown: “Preparémonos para la guerra”

El Gancho que enseñará a los Rusos y a los Islámicos una lección que jamás podrán olvidar

El Gancho que enseñará a los Rusos y a los Islámicos una lección que jamás podrán olvidar

»El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Tú, hombre, vuélvete ahora hacia el país de Magog, y habla en mi nombre contra Gog, jefe supremo de Mésec y Tubal. Dile: “Esto dice el Señor: Gog, jefe supremo de Mésec y Tubal, yo me declaro tu enemigo. Te voy a hacer volver, te voy a poner ganchos en la boca, te voy a sacar a ti y a toda tu caballería, con sus jinetes de elegantes uniformes, ese enorme ejército armado de espadas y escudos de diversas clases.» Ezequiel 38.: 1-4

En mis primeros años como activista político, formé parte de un Círculo de Estudio que impartía el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). En estos círculos de estudio se nos formaba para ser cuadros políticos. Se nos enseñaba una mezcla de marxismo, leninismo, además de algunas cosas que el fundador del partido, Juan Bosch, consideraba eran buenas de la democracia. Las obras de Marx y Mao Tse Tung eran mis preferidas.

Una vez leí «Obras escogidas de Mao Tse Tung», una colección de varios libros de casi 1,000 páginas cada uno. Así comencé a tener aversión por el sistema imperialista americano y casi veneración por el sistema idílico que se nos decía que representaba Rusia. ¡Cuántas mentiras se nos dijo!

Como un jovencito, sabía de las grandes cantidades de armamentos nucleares que tenía Rusia y también estaba consciente del poderío de los «Gringos».

A veces, me acostaba y cerraba los ojos y trataba de imaginar una guerra en que estos dos colosos intercambiaban impactos nucleares. Rusia nunca ganó. Tampoco Estados Unidos ganó. Tampoco ganamos ningunos de los países que estábamos en medio o de lado de estas dos bestias en plena lucha nuclear. ¿Por qué? Porque la idea detrás de poseer armas nucleares, por cientos, como las tienen Rusia y EU es asegurar la destrucción mutua, en caso de que uno cometa el error de atacar al otro.

Después de la caída ruinosa de la Unión Soviética, EE.UU. se descuidó porque se convirtió en la única Super Potencia. Sin embargo, no es hasta la presidencia del Sr. Hussain Obama cuando un presidente americano de hecho comienza a desmontar todo lo que los anteriores construyeron. Cientos, miles, de obijas nucleares, misiles intercontinentales con cabezas nucleares, bombas atómicas tácticas en aviones de caza y en submarinos, están siendo metódicamente eliminados, hasta tal punto que la Cámara Baja ha tenido que tratar de impedirlo.

Sin embargo, aunque el aparentemente iluso de Obama crea que ya el peligro pasó, lo cierto es que Rusia se está levantando con más agresividad, con más poder económico, con más experiencia de qué hacer y qué no hacer, que cuando sus fundadores la idearon. En otras palabras, los rusos aprendieron y tienen un enemigo.
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Rusia se levanta

Una cosa positiva que Dios permitió que sucediera entre la Rusia de Lenin y Stalin y la Rusia de Vladimir Putin es que en ese interin, el evangelio penetró y cientos de miles de judíos escaparon hacia Israel. También se independizaron algunas naciones que también han recibido el evangelio, pero la verdad es que lo que tenía que cambiar no cambió: Rusia no se ha deshecho de sus armamentos y su poderío militar, aunque anticuado, es todavía capaz de borrar del planeta a cada ciudad importante.
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Cuando la URSS se desplomó, inicialmente, hubo alegría y la esperanza real de que ahora habría paz. Pero al igual que cualquier otra nación que ha experimentado un periodo de caos, un líder político de gran alcance siempre surge, con la promesa de restablecer el orden y arreglar todos los problemas.

Lo que la crisis económica soviética de los 90 hizo fue crear las condiciones para el levantamiento de un hombre fuerte que, en medio del caos y los males fiscales, asumiera el control y renovara la esperanza y el orgullo nacionalista al pueblo ruso.

Hoy, 20 años más tarde, Rusia produce petróleo, maquinarias, gas natural, minerales… y vende su tecnología armamentística al mejor postor. También, tiene un celo profundo por volver a enfrentarse a su enemigo mortal, Estados Unidos de América, y al hacerlo, demostrar al mundo, quién es quién.

Aparece el líder que Rusia necesitaba

Les presento a Vladimir Putin: Putin entró en la KGB en 1975, y dejó el servicio de la KGB con el rango de coronel en la época de la desaparición de la Unión Soviética en 1991. Al salir, comenzó incursionando en la política en su ciudad natal, Leningrado (San Petersburgo). Pasó de la alcaldía de San Petersburgo en 1994 a presidente de Rusia en tan sólo cinco cortos años! Bastante impresionante para un joven ambicioso.

Pero a medida que Putin comenzó a acumular poder y el control durante su reinado, resucitó y recurrió frecuentemente a sus viejos caminos de la KGB y comenzó a silenciar a sus detractores. Una cosa que nunca olvidó, y ha usado en su campaña, es la propaganda.
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Habiendo vivido y servido en la Unión Soviética durante el apogeo de la Guerra Fría y luego tener que ver a su amada patria, hundida en el colapso económico, sólo para ser presentada en películas americanas como «matones mafiosos y empresarios codiciosos», es lógico que en él, como en la generación que vivió «los días gloriosos en la Plaza Roja», albergue cierto resentimiento profundo hacia los Estados Unidos y Europa. Además de que EE.UU. y Europa, a través de la OTAN, han despojado a Rusia de territorio que profundamente ellos creen que les pertenece: Georgia, Lituania, Ucrania, Kazaquistán, etc.

Putin tuvo que abandonar el cargo en 2008 debido a las normas constitucionales, pero el popular Vladimir Putin aseguró que su joven protegido, Dmitry Medvedev, asumiera el cargo de Presidente y Putin se resguardo el cargo de Primer Ministro.

Él permitió que Dmitry gobernara la nación por cuatro años hasta que constitucionalmente fuera elegible otra vez para aspirar de nuevo a la presidencia. Pero aún siendo Primer Ministro, Vladimir nunca estuvo lejos de las cámaras fotográficas o de televisión y siempre que su títere Medvedev aparecía en público, en el trasfondo aparecía la figura de Vladimir.

En estos cuatro años, Vlad también publicaba fotos nadando, cazando, montando a caballo, buceando, conduciendo coches de carrera… para mostrar que él fue y seguía siendo «el hombre fuerte de Rusia». El día que fue reelegido, hasta posó llorando para las cámaras!.

La perspectiva profética

Hace unos días, cuando vi el triunfo arrollador de Putin en las elecciones, no pude más que recordar lo que leímos al inicio de este artículo sobre la batalla de Gog y Magog contra Israel.

Hermanos, creo que este conflicto entre Israel e Irán por un lado, e Israel y Siria – y la eventual destrucción de Damasco por parte de Israel, podría ser lo que desencadene el calendario profético de Dios. Al maquinar contra Israel, estas naciones están activando el reloj profético de Dios!

En esta batalla, los rusos, iraníes, turcos, libios, y los descendientes de los pueblos etíopes (tal vez Sudán), vendrán contra Israel. Hasta la fecha, esta alianza en particular de estas naciones no ha ocurrido nunca en la historia. Pero note quiénes son los que se oponen a cualquier tipo de sanción o intervensión militar de la ONU contra dos jugadores clave en esa lista de naciones, Siria e Irán: China y … Rusia!

La Guerra entre Irán e Israel, de alguna manera precipitará el ataque israelí contra Damasco

Creo que de alguna forma, una de las principales razones por las que Rusia se unirá a esta liga de naciones mencionadas en esta profecía todavía-por-cumplirse, es porque Israel habrá destruído a Damasco y habrá destruído las instalaciones nucleares de Irán, en las que los rusos habían invertido mucho tiempo y energía y hasta dinero.
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A nivel nacional, la estructura política de Rusia es atea. Técnicamente, la Iglesia Ortodoxa Griega es la religión nacional, pero no es más que un escaparate.

Para los primeros dirigentes de la Rusia comunista, la religión no fue más que una herramienta útil que debía ser manipulada con el fin de consolidar el poder y el control que ejercían sobre las masas.

Pero hoy hay una iglesia diferente en Rusia. Yo creo que una vez la Iglesia de Jesucristo que ha renacido en Rusia, formada por millones de Rusos que han aceptado a Jesús como su salvador, gracias a la apertura que Dios ha permitido en las últimas décadas, – y como también sucederá en todas partes, sea levantada dicha iglesia, la humanidad no estará restringida por ningún tipo de inhibiciones morales o éticas, y borrar a Israel de una vez y por todas del mapa, sería el paso más lógico y conveniente. De hecho, Rusia pensará que al acompañar a sus aliados iraníes, sirios, turcos, etc., no estarán más que haciéndole un favor a la humanidad.

Ron Paul, uno de los cuatro precandidatos a la presidencia por el partido Republicano dijo hace algún tiempo: «Hubiera sido mejor que Israel jamás existiera. Israel le ha salido muy caro a EE.UU. Hemos derramado demasiada sangre defendiéndola». Y la verdad es que a no ser por los votos judíos en EE.UU., el ala liberal de ambos partidos políticos, el Republicano y el Demócrata, odia y resiente a Israel desde siempre. Amar a Israel conlleva amar a su Dios y amar sus valores y su derecho a existir. Pero para los liberales, el derecho de los palestinos es mayor que el derecho histórico de los judíos.

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Así como una persona abre su corazón y dice lo que realmente siente cuando está borracha, así hablan de Israel los liberales cuando están solos y sienten que no hay peligro de que les hagan daño en las votaciones.

Putin hace campaña… prometiendo enfrentarse al Imperio Gringo!

El Departamento de Estado nortemericano parece estar en un perpetuo estado de negación (típico de los liberales) cuando los rusos, día tras día, muestran su predilección y su disposición en defender a los regímenes brutales, despiadados y sanguinarios. ¿Ya olvidamos quién protegía a Sadam Hussain, Kim Jong Il ayer, y hoy a Basher Assad y a Mahmud Ahmadineyad: Todos criminales en masa!?

Pero como los liberales parten en todo lo que hacen de la innata bondad del ser humano (humanismo), pronto se llevarán una tremenda sorpresa. Por un lado que la Iglesia se habrá ido y por el otro, que la amada Rusia, tiene un profundo rencor contra EE.UU. y sus aliados (i.e., Israel).

¿Por qué querrá Dios ponerle «ganchos» a Rusia y a los Islámicos?

Lo más probable es que aquí Ezequiel se esté refiriendo a cómo, una vez esta alianza liderada por Rusia venga contra Israel, y sea vergonzosa y sobrenaturalmente derrotada (aparentemente por esta diminuta nación), Rusia y su poderío caerán por el suelo, como un gran pez con un gancho en la boca.

Creo que a los rusos le saldrá el tiro por la culata, porque están a punto de colapsar y esta vez definitivamente.
Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Génesis 12.3

Por su parte, Estados Unidos ni se menciona en estas batallas finales, porque, ¿Qué quedará en EE.UU., cuando la iglesia se marche? ¿Qué tipo de gente será dejada? ¿Estarán dispuestos a lanzarse a una guerra a favor de Israel después de que los evangélicos hayamos sido Raptados? Puedo pensar en 30 grupos que se quedarán, pero este no es momento de mencionarlos. Yo sé que usted pensó en algunos grupos de inmediato!

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«»Pues, bien, habla en mi nombre a Gog, y dile: “Esto dice el Señor: Cuando mi pueblo Israel viva tranquilo, tú te pondrás en marcha desde tu tierra, en lo más lejano del norte, acompañado de ejércitos fuertes y numerosos, y tropas de caballería, y atacarás a mi pueblo Israel. Tú, Gog, cubrirás la tierra como un nubarrón. En esos últimos días te haré venir contra mi tierra, para que por medio de ti las demás naciones me reconozcan cuando yo demuestre mi santidad delante de ellos. «Ezequiel 38:15-16

Note el interés de Dios en usar a Gog como un ejemplo para mostrarle a las «demás naciones» que se están escudando en el poderío ruso, que Allah no es más que el dios Luna y que no hay otro Dios excepto el de los israelíes. ¡Wow! Y a veces pensamos que Dios no está pendiente a la plaga islámica en la tierra!!
Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro? (pregunta Israel) Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda. Por cierto, no se adormecerá ni dormirá. el que guarda a Israel.» Salmo 121.1-4

Note que Dios reserva esta profecía, de dar esta lección a Gog y Magog, junto a las demás naciones (de las que ninguna es cristiana y adoran a una deidad falsa), para «aquel tiempo»…
»”Yo, el Señor, digo: Era a ti a quien yo me refería en tiempos pasados, cuando hablaba por medio de mis siervos los profetas de Israel; ellos anunciaron en aquel tiempo que yo te haría venir para que atacaras a Israel.” Ezequiel 38:17

Y por fin, el desvarío satánico de los terroristas islámicos cuando al derribar aviones o detonar sus mochilas-bombas, cuando gritan «Allahu Ahkbar» (O «Allah es mayor que Jehová!) quedará respondido. También se dará respuesta contundente al ateísmo ruso… cuando Dios ponga ganchos en la boca de Rusia, líder y defensora de este grupo de asesinos, opresores e idólatras.
«Yo haré venir sobre Gog toda clase de males que lo llenen de miedo. Lo castigaré con enfermedades y muerte violenta. Haré que caigan sobre él, sobre su ejército y sobre los numerosos pueblos que lo acompañan, lluvia a torrentes, granizo, fuego y azufre, y sus hombres se atacarán unos a otros con la espada. Yo, el Señor, lo afirmo. Así demostraré a muchos pueblos mi grandeza y mi santidad. Yo me daré a conocer a ellos, y reconocerán que yo soy el Señor». Ezequiel 38: 22-23

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